Wenance hizo punta a fines de 2017 con un fideicomiso para fondear su cartera de préstamos. Y este año obtuvo recursos de dos fondos que le aportaron 8 millones y 38 millones de dólares, a través de inversiones separadas. En su búsqueda de seguir ampliando su operatoria sin poner en riesgo la sustentabilidad de su modelo, agudizó su credit scoring para disminuir los riesgos de incobrabilidad. Ahora apuesta a una novedosa forma de scoring por geolocalización.
Alejandro Muszak, CEO de Wenance, vinculó el debate sobre los problemas de fondeo para las fintech, con su propia experiencia para atraer inversores: “Elegimos ser 100% digitales en 2014, manejarnos con fondeo propio y generar resultados con mucho foco en el servicio para poder reinvertir. A medida que haces track record tenés mejores balances y eso amplifica la posibilidad de que te vean y seas tentador para el fondeo. Se te abren las puertas de los bancos para redescuentos, aunque no lo suficiente. Dimos el siguiente paso en el mercado de capitales con un fideicomiso el año pasado. Hoy ya hay fondos del exterior que nos vienen a visitar. Hay dos que ya invirtieron con nosotros. Uno por 8 millones de dólares y otro por 38 millones de dólares. Eso nos da plafond para seguir creciendo. Son 38 millones a lo largo de tres años, no es algo de corto plazo. Hay confianza en el proyecto, por supuesto que siempre hay que mostrar números”.
Pero el acceso a nuevos inversores no le hizo perder de vista la importancia de cuidar la sustentabilidad del negocio de Wenance: “Ser digital no implica tomar más riesgos. Si comparamos una calificación de riesgo como la nuestra, como la que tuvo Moni, es doble A que es la mejor calificación crediticia que puede tener una primera emisión. Por lo tanto, es la misma que puede tener Garbarino. Todo depende de como originás y que foco le ponés al cliente. Tiene que ver con segmentar y cada empresa luego elige qué segmento atacar. Nosotros tenemos tres. Un segmento de riesgo donde las tasas si son altas. Hay otro muy competitivo con el retailer tradicional, el que tiene local a la calle. Y luego un público más cercano al banco, de tarjeta de crédito, que creo que es nuestro próximo desafío”.
“La mora nos bajó dos puntos, pese a que la macro indica que subiría. Tenemos un buen equipo de riesgo que anticipó la crisis que se estaba viniendo y tomamos precauciones al originar. Hay que buscar equilibrio entre búsqueda de rentabilidad y riesgo a asumir. A veces por crecer mucho se pierde de vista la sustentabilidad del modelo. Ese punto es crucial para nosotros”, destacó.
En este sentido, destacó la necesidad de contar con un credit scoring eficiente: “El credit scoring que hacemos es similar al tradicional. Con herramientas como Veraz, Nosis. Luego incorporamos una herramienta que nos dio mucho resultado que es el scoring de comportamiento, que significa que si pagás mejor, tenés mejores condiciones. Creo que es lo más justo que lo podemos dar al cliente que tiene un score medio bajo. El score es la probabilidad de impago. No es que uno no va a pagar. Por lo tanto creo que a todos hay que darle la oportunidad. A partir de allí el cliente decide. Si se comporta bien va a tener la mejor atención con nosotros, y quien no pueda pagar lo vamos a tratar de cuidar para que pueda salir y no endeudarse más. La clave es destrabar a partir de las herramientas que tenemos y mejorar el score a través de conocer al cliente”.
“También trabajamos con una empresa argentina que nos hace una geolocalización y predicción de pagos e impagos. Una empresa que trabajó mucho en política haciendo predicciones de intención de voto. Te indica qué manzana de tal barrio de tal ciudad voy a encontrar clientes más propensos a comprarme y a pagarme. Ahora lo estamos probando”, finalizó Muszak.