Alberto Fernández echó a Matías Kulfas. El ministro de Producción venía advirtiendo sobre irregularidades en las licitaciones para la construcción del gasoducto “Néstor Kirchner”
Un nuevo escándalo por sospechas de corrupción envuelve al kirchnerismo y otra vez tiene como protagonista a la obra pública. Como consecuencia, el Presidente le pidió la renuncia a Matías Kulfas. El ministro de Desarrollo Productivo, de los más leales al Presidente, denunció irregularidades en las licitaciones que se vienen llevando adelante para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.
Puntualmente, a través de expresiones públicas pero también mediante “off the records” que rápidamente vieron la luz, el ahora ex funcionario puso bajo la mira particularmente la elección de Techint como principal contratista en la provisión de tubos. Sugiere que se dejó adrede a otros posibles competidores y lo mismo señala respecto a otras licitaciones en curso.
Desde la secretaría de Industria, que está bajo la órbita de Kulfas, también expresaron que la empresa encarga de la licitación es IEASA, que está controlada por funcionarios que responden a Cristina Kirchner.
La vicepresidenta rápidamente salió al cruce. “Es muy injusto y sobre todo muy doloroso que este tipo de ataques lo ejecuten funcionarios del propio gobierno de Frente de Todos. Lo peor de todo: sin dar la cara, mintiendo, y utilizando periodistas. Penoso”. Alberto Fernández también salió en apoyo de Cristina Kirchner. “Confío en la integridad moral y en la idoneidad de quienes llevan adelante la licitación del gasoducto Néstor Kirchner”.
Pero el Presidente fue más allá y señaló que “es éticamente reprochable hablar en off en desmedro de otro. Así siempre lo he expresado públicamente. No avalo esos procederes y comparto el malestar expresado por Cristina Kirchner. El debate que debamos dar, démoslo con responsabilidad”. Luego de este comentario no había mucho margen para sostener a Kulfas, uno de los que primero colaboró con Alberto Fernández, mucho antes aún de que llegara a la presidencia.
Todo esto sucede horas después del “reencuentro” de Alberto Fernández y Cristina Kirchner por los 100 años de YPF. Allí la vicepresidenta criticó que se hubieran entregado U$S 215 millones a Techint para que le pagara a su subsidiaria brasileña para la provisión de caños. Pero el conflicto estalló horas después de aquella crítica, que salió a cruzar Matías Kulfas generando una nueva crisis política.
El escándalo rememora viejas situaciones atravesadas por el kirchnerismo. Por ejemplo la renuncia de Roberto Lavagna en 2005 denunciando corrupción en la obra pública. También el caso “Skanska”, uno de los primeros hechos de corrupción grave en la obra pública que curiosamente tuvo también la construcción de un gasoducto y el pago de coimas como protagonistas.