Un ex CEO del HSBC en Argentina reclamó un Banco Central independiente. Pidió no ir hacia una emisión monetaria desmedida.
Gabriel Martino, ex CEO de HSBC en Argentina, reclamó hoy al Gobierno evitar “cualquier locura populista” y pidió por la independencia del Banco Central, en medio de la crisis política que atraviesa la administración de Alberto Fernández tras la derrota en las Elecciones PASO del domingo 12 de septiembre.
“Entre otras cosas necesitamos, y dentro de un plan económico coherente, un Banco Central independiente con el objetivo de tener una moneda y evitar cualquier locura populista entre ellas emisión desmedida que genera menos confianza más inflación menos inversión y más pobreza”, expresó Martino en su cuenta de la red social Twitter.
Martino, un banquero que siempre mostró interés por la política, inició su carrera en HSBC como Deputy Head of Global Markets en Argentina y en 2012 se convirtió en presidente de la entidad en el país.
Las opiniones de Martino llegan en momentos en que el Gobierno se prepara para inyectar más dinero en la economía, con el objetivo de recuperar los votos perdidos durante la gestión y en medio de las preocupaciones por el efecto en los precios que tendrá una eventual mega emisión de pesos.
En este sentido, el expresidente del Banco Central Guido Sandleris advirtió el impacto inflacionario de un shock monetario.
“Cuando en el verano se disparen los precios, acordate del paquete electoral que el gobierno va a anunciar en estos días”, escribió también en la red social Twitter.
No hay lugar para más “peronismo”
La consultora Delphos Investment consideró que el oficialismo no demoró nada en mostrar “su enojo y disconformismo con la performance electoral en las PASO al comenzar a trazar un plan ‘bien peronista’ para volcar pesos a la calle y alentar el regreso de sus votantes perdidos, que tampoco cayeron en las ‘redes’ de Juntos”.
Delphos comparó el deterioro de las principales variables económicas en comparación con 2019.
La consultora estima que el paquete total podría situarse entre los 100 mil millones de pesos y 200 mil millones, dependiendo de la presión política que sufra el Ejecutivo por parte de sus aliados políticos.
“Un monto final situado en el extremo superior abriría interrogantes sobre el futuro de las variables macroeconómicas para el 2022. El Presupuesto de ese año debería traer algunas pautas sobre lo pensando por el equipo económico, que por otro lado podría quedar rápidamente obsoleto en caso que se acentúe el giro del gobierno hacia política mas expansivas”, advirtió.
Delphos cree que “no hay margen para ‘aventuras’ expansivas, que los políticos no parecen entender. Por lo tanto, si se confirma ese rumbo, habrá que re-estimar las proyecciones de brecha e inflación a futuro“.