Si se abre la información por zona geográfica, el 50% del dinero digitalizado proviene de los principales centros urbanos.
Según datos relevados por Ualá, a lo largo del 2021, más de 1,2 millones de personas ingresaron fondos en efectivo por unos $78.000 millones a través de agentes de cobranza extrabancarios como Pago Fácil o Rapipago.
El total del efectivo digitalizado en el país durante el año pasado equivale a casi 3 millones de salarios mínimos.
Si se abre la información por zona geográfica, el 50% del dinero digitalizado proviene de los principales centros urbanos: Buenos Aires, que concentra el 30% tanto en cantidad de transacciones concretadas como en el volumen, Córdoba (9%); Santa Fe (6%); CABA (5%); Salta y Tucumán (ambas con 5%), aunque el proceso avanza a lo largo de todo el territorio nacional.
En promedio, cada persona digitalizó $65.000 al año. Entre las tendencias, se evidencia que la mayoría lo hizo para realizar compras presenciales y virtuales (incluídas suscripciones a servicios digitales) y el pago de servicios (como electricidad, gas, telefonía celular y transporte).
Asimismo, el 97% del dinero que se digitaliza se mantiene en el ecosistema financiero formal: en su mayoría se consume en compras de bienes y servicios. Esto, además de ayudar a la trazabilidad, amplía la base fiscal del sector público.
“La digitalización de efectivo es muy positiva porque permite que más personas ingresen de forma definitiva al sistema financiero formal. Es la puerta de la inclusión financiera y el primer paso para incremento en el uso de servicios financieros como tarjetas, inversiones y créditos”, señaló Martín Bellocq, Chief Marketing Officer de Ualá.
Usos del dinero digital
Entre las utilidades de la digitalización de efectivo, las más frecuentes son:
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Compras con tarjeta
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Pagos de bienes y servicios
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Inversiones
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Asistencias personales y seguros
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Solicitud de créditos
“La digitalización del dinero genera efectos positivos en la economía. En 2021, a través de Ualá se abrieron más de un millón de cuentas de inversión y muchos usuarios pudieron realizar por primera vez inversiones para compensar parte de los efectos de la inflación. A su vez, en lo que respecta a créditos, más de la mitad de las personas usuarios de Ualá no contaba con historial crediticio al momento del alta y con un producto como el de cuotificación empiezan a generarlo”, añadió Bellocq.
Con más de 4 millones de tarjetas emitidas en Argentina y México, y su reciente llegada a Colombia, Ualá es una de las empresas con mayor crecimiento en América Latina, posicionándose como uno de los 10 Challenger Banks más valiosos del mundo, con una valoración de US$2.450 M, lo que la llevó a merecer el título de “unicornio”.