Aceptó ocho ofertas de entidades privadas y rechazó las de otras tres.
El Gobierno de Javier Milei dio un paso clave en su política de desregulación: autorizó a bancos privados a gestionar las cuentas sueldo de empleados públicos, rompiendo así el monopolio que hasta ahora tenía el Banco Nación.
La medida fue oficializada este miércoles a través de la Decisión Administrativa 9/2025, publicada en el Boletín Oficial.
La normativa adjudica a entidades privadas el servicio de apertura, gestión y mantenimiento gratuito de cuentas sueldo por un período de tres años, con posibilidad de prórroga.
Los bancos seleccionados son: Credicoop, Patagonia, Santander, ICBC, Galicia, BBVA, Macro y Supervielle. En tanto, fueron rechazadas las propuestas de Banco Hipotecario, Banco Ciudad y Brubank.
Este cambio se enmarca en el objetivo del Gobierno de eliminar los privilegios que tenían ciertas empresas públicas —como Banco Nación, Nación Seguros e YPF— en la contratación de servicios por parte del Estado.
De hecho, esta política busca revertir normas de la gestión anterior que, según el oficialismo, promovieron prácticas opacas y falta de competencia.