La disminución es constante y refleja la incertidumbre de los ahorristas e inversores. Las colocaciones privadas ya representan la mitad de lo que había antes de las PASO.
No se acelera pero tampoco afloja. La salida de depósitos en dólares es una de las tendencias quizás más permanentes que muestra el sistema financiero argentino. Ahora la “velocidad crucero” refleja una reducción de unos U$S 70 millones diarios en promedio. Se trata de dólares que la gente retira en efectivo, concurriendo a las sucursales o los saca a través del mecanismo de “dólar MEP”.
En los últimos 30 días, contando el último dato disponible del 14 de mayo, la merma acumuló nada menos que USD 1.000 millones, generando un impacto directo en el nivel de reservas. Ahora el stock de depósitos en dólares está en niveles de U$S 17.174 millones cuando hace 30 días sumaban U$S 18.161 millones.
El destino que se les da a esos dólares es desconocido, pero la mayoría termina en cajas de seguridad o en el colchón, es decir resguardado en el hogar con todos los riesgos que ello implica.
Pero está claro que la incertidumbre sobre lo que ocurrirá en general con la economía y en particular con la negociación de la deuda está impulsando este retiro de dólares en forma constante.
Más impactante es el dato aún de la caída desde el nivel previo a las PASO del 11 de agosto. Hasta el viernes anterior el stock de depósitos en moneda extranjera superaba los U$S 34.000 millones. Ahora quedó la mitad. Esos U$S 17.000 millones que “faltan” en el sistema financiero también son considerados como “fuga de capitales”. Pero en realidad se trata de pequeños o medianos ahorristas que prefieren otro refugio y desconfían sobre la posibilidad de contar en el futuro con ese dinero.
