Llegará a 25,9% del PBI. El principal aporte al crecimiento de la recaudación lo hará el comercio exterior.
El Proyecto de Ley del Presupuesto 2019 prevé un aumento en la presión tributaria respecto a este año, explicitando que el equilibrio primario se alcanzará mediante una corrección tanto por el lado del gasto como por el lado de los ingresos, mencionó un informe d ela consultora Econviews.
Si bien la contracara de esta mayor presión tributaria es un menor ingreso disponible para el sector privado, la necesidad de cumplir con la meta fiscal vuelve prioritario lo urgente (incrementar la recaudación) y relega lo importante (bajar la presión impositiva para dar oxígeno a la actividad).
Según el escenario base de la consutora que dirige Miguel Kiguel, la recaudación tributaria del Gobierno Nacional será récord, trepando a niveles del 25.9% del PBI en 2019, aunque los ingresos totales de la Tesorería Nacional no serán récord, ya que un 8% del PBI se coparticipa a las provincias de manera automática (1.5 pp. más que en 2016).
El principal aporte al crecimiento de la recaudación tributaria vendrá por el lado de los tributos que gravan el comercio exterior. En septiembre pasado se anunció la reintroducción de retenciones a todas las exportaciones de bienes y una mayor alícuota para las del complejo sojero, mientras que a partir de 2019 tributarán también las de servicios.
Si bien este es un impuesto no coparticipable, desde 2009 una parte del mismo se había atado a una transferencia automática a provincias (el “Fondo Federal solidario”, que distribuía el 30% de las retenciones cobradas a la soja y sus derivados), la cual se eliminó en agosto pasado. De esta forma, todo lo que se recaude a través de este impuesto (que se incrementará de 1.2% a 2.3% del PBI) queda en manos del Gobierno Nacional.
Por el lado de los impuestos vinculados al mercado interno, el próximo año se seguirá fomentando la formalización de la economía, lo que tendrá un impacto positivo sobre el IVA-DGI y el impuesto a los créditos y débitos.
Otros tributos registrarán una pequeña caída, fundamentalmente como consecuencia de la reforma tributaria sancionada a fines del año 2017. Se destacan las contribuciones a la seguridad social (de 6.5% a 6.4% del PBI), dado el aumento del mínimo no imponible para contribuciones patronales y la convergencia a una alícuota efectiva más baja.
Asimismo, la reducción de la alícuota del impuesto a las ganancias llevará a que lo recaudado por este concepto se contraiga en torno a 0.2 puntos del PBI, a pesar de haberse postergado la ampliación del porcentaje del impuesto al cheque que se puede tomar a cuenta del mismo.
En síntesis, la recaudación de impuestos vinculados al mercado interno caería 0.2 puntos del PBI, mientras que los que gravan al comercio exterior crecerían 0.9 puntos porcentuales en relación a 2018. Estos resultados implican una suba de la presión impositiva en torno a 0.7 puntos del PBI.