Por Dr. Andrés Burecovics, abogado *
Abrir una cuenta en el exterior sin viajar es una consulta muy recurrente y abunda diferente información sin sustento ni credibilidad al respecto. Por lo tanto, es necesario explicar y desarrollar los diferentes aspectos sobre este tema.
¿Se puede abrir una cuenta en el exterior sin la necesidad de viajar? La respuesta es más compleja de lo que parece. En principio debemos distinguir entre tres tipos de cuentas bancarias: cuenta bancaria personal, cuenta corporativa en el país de incorporación y cuenta corporativa offshore.
Como siempre decimos, el término “offshore” viene asociado a un sinfin de cuestiones. Es simplemente “en/de otro país”, con lo cual es una cuenta en un banco de jurisdicción A, para una empresa incorporada en jurisdicción B.
En primer lugar hay que determinar para qué uno quiere abrir la cuenta en cuestión, ya que muchas veces las oportunidades de apertura a distancia contemplan utilizaciones que no son las deseadas. Por ejemplo, se puede querer una cuenta para cobrar un cliente en el exterior, sin embargo, el banco puede restringir este tipo de transferencia entrante y únicamente aceptar transferencias de otras que estén a nombre del mismo titular. Uno podría necesitar una merchant account (para procesar pagos) o una cuenta que ofrezca la posibilidad de cobrar a clientes y además ofrezca alternativas de inversión. Muchos de los bancos tienen restringida esta oferta para algunos clientes.
Comenzaremos por lo más sencillo: una cuenta corporativa para una entidad incorporada en la misma jurisdicción del banco. Una LLC de Florida que quiere una cuenta en un banco de ese estado puede hacerlo a distancia, pero no es tan sencillo. Los bancos que van a aceptar este tipo de onboarding, por lo general van a hacerlo únicamente de empresas con las que se da una suerte de terciarización de KYC, ya que son de confianza para la institución, se encargan de recolectar toda la información necesaria para la apertura y luego la entregan en forma de expediente ya confeccionado, de manera que solo quede abrirla.
Lógicamente, ninguna empresa puede garantizar una apertura de cuenta corporativa, ya que no son los dueños del banco. De todas formas, si la relación entre el banco y el introductor es fluida, la tasa de éxito es enorme.
También hay bancos virtuales, como es el caso de Mercury, donde no se necesita de terceros y la apertura es bastante sencilla y 100% a distancia, aunque no es un banco con la antigüedad y solvencia que la mayoría de los clientes prefiere.
¿Es posible elegir cualquier banco? No. Hay que conformarse con lo que es accesible y no se pueden tener demasiadas exigencias. Hay unos cuantos bancos “Tier B” o “Tier C” que aceptan clientes a distancia, pero no hay que encapricharse con los bancos “Tier A”.
¿Qué pasa con las cuentas personales? Si abrir una cuenta corporativa es posible, abrir una personal debería ser mucho más fácil, pero a veces puede ser más complicado. En general cuando un banco acepta cuentas personales a distancia, colapsa de solicitudes con lo cual rápidamente dejan de hacerlo. A su vez hay servicios de introducción bancaria como en el caso de las cuentas corporativas, pero muchos incorporadores no ofrecen cuentas personales.
En internet suelen aparecer siempre los mismos bancos que aceptan cuentas personales a distancia. Algunos en Suiza, otros en Portugal, otros en Malta, o en islas remotas. Las chances de apertura en uno de estos son bajas. En Suiza por lo general solicitan montos elevados e independientemente de los mínimos el KYC suizo es sumamente exigente.
Muchas veces al KYC no lo hacen ellos, sino que contratan firmas de investigación con empleados Fromer FBI, CIA, entre otras agencias. Puede llevar meses, y además requerirán papeles firmados, notariados o apostillados. Si se ingresa en el proceso y no hay nada que esconder, quizás se termine pasando y se pueda obtener una cuenta suiza abierta a distancia, pero es un proceso largo. En el caso de Dukascopy, es un banco suizo pero ofrece un sistema híbrido entre banco y EMI con cuentas muy limitadas y un sinfín de restricciones. Respecto de las cuentas en Malta o Portugal, las referencias no son las mejores. La apertura es bastante tediosa y hacen imposible la operación una vez realizada.
Gran cantidad de emprendedores tienen la necesidad de algun tipo de cuenta personal, ya que a pesar de tener todo en blanco y cumpliendo con todas las regulaciones, tienen su dinero en Paypal, Payoneer o Transferwise y no están lo suficientemente tranquilos ya que dichas entidades no están diseñadas para ahorrar. Para esos casos, y donde no sea posible abrir cuentas personales a distancia, es recomendable abrir cuentas en brokers. Habitualmente son de apertura a distancia, y si bien puede tardar un tiempo, es más sencillo que una cuenta bancaria y dejar cash en uno de ellos es más seguro que dejarlo en Paypal o similar. Sin embargo, los Brokers no sirven para cobrarles a clientes aunque tengan datos bancarios propios.
En cuanto a las cuentas corporativas offshore, lo que va a primar es la compatibilidad. Por lo general se va a dar por el grado de respeto que tiene la jurisdicción bancaria respecto de la corporativa. Ese respeto estará basado principalmente en el riesgo percibido respecto de potenciales multas que puedan llegar a afrontar en caso de que sus clientes usen su infraestructura financiera para otras cuestiones.
Abrir cuentas corporativas para sociedades offshore puede llevar meses o años, y eso asumiendo que la sociedad sea totalmente limpia. El más mínimo vestigio de opacidad provocará la huida a toda velocidad de cualquier institución financiera.
Cuando se logra abrir la cuenta, cada transacción, por más mínima que sea será examinada hasta el cansancio. Estas estructuras suelen ser utilizadas para patrimonios consolidados y no para pymes activas. El nivel de paranoia de las instituciones financieras cada vez es más grande respecto de los clientes latinoamericanos y la cultura “woke” de hollywood tiene una contraparte en las finanzas. En mi opinión, son simplemente prejuicios, y la gran mayoría de las personas que desean estructurar negocios o patrimonios mediante vehículos en el exterior lo hacen de forma honesta.
Las fricciones o la suavidad con la que estas cuentas se lleven con las entidades financieras van a depender de los introductores, de los proveedores y del tipo de cliente que suelan llevarle, para construir confianza con el tiempo. La clave es la concepción de una estructura internacional de acuerdo a las necesidades del cliente, para evitar fricciones innecesarias y poder estar en perfecto compliance en todas las jurisdicciones en las cualas haya intereses.
*Dr. Andrés Burecovics, abogado, especialista en Derecho Interjurisdiccional.
Es uno de los pocos abogados en Latinoamérica especializado en movimientos interjurisdiccionales, mudanzas estratégicas y exportación de servicios.
Dirige la consultora B&P Consulting.