Luego de casi dos décadas de investigación pública-privada, el Grupo SIDUS desarrolló la Papa Spunta TICAR® que se presenta como una solución que beneficia a toda la cadena productiva y el medioambiente.
El Grupo SIDUS realizó la presentación del primer evento genéticamente modificado de papa resistente al virus PVY (Potato Virus Y), aprobado recientemente por las autoridades nacionales para su comercialización, y que fuera desarrollado desde 1999 de manera conjunta con el INGEBI-CONICET.
“La PAPA SPUNTA TICAR® significa para nosotros la culminación de un proceso de muchos años para el logro del primer evento biotecnológico vegetal del país. Llegamos primeros y eso implica seguir trabajando en aportar soluciones al sector”, explicó el presidente del Grupo SIDUS, Marcelo Argüelles.
Argüelles hizo esta declaración durante un evento que se realizó hoy en la Ciudad de Buenos Aires y que contó con la presencia de los secretarios de gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y de Agroindustria, Lino Barañao y Luis Miguel Etchevehere respectivamente, además de científicos, productores, empresarios y dirigentes del sector.
El Grupo SIDUS es pionero en desarrollos biotecnológicos e invirtió una gran cantidad de recursos humanos, científicos y financieros para impulsar esta iniciativa. Se trata de un caso inédito a nivel internacional: que una empresa nacional logre un evento transgénico vegetal con impacto en la cadena de valor gracias al trabajo conjunto de científicos, productores y empresarios junto al estado.
“Estos procesos nos demuestran que existe la tecnología más allá de la informática y del mundo digital, lo biológico es una clara demostración que debemos apostar como país al desarrollo de otras tecnologías” enfatizó Argüelles.
En este evento, desarrollado por TECNOPLANT SA del Grupo SIDUS, se modificó el código genético de la papa para que sea resistente al virus PVY. Se trata de un proceso similar a lo que produce una vacuna en el caso de humanos o animales, que activa y prepara al sistema inmune para la defensa contra un patógeno determinado.
Con el cultivo de esta nueva papa mejorada los productores obtendrán beneficios directos tales como: reducción cercana al 10% en los costos de producción de papa para consumo fresco, con una valoración económica anual de la mejora de 40 a 45 millones de dólares, aumento de la competitividad de la cadena de valor, menor uso de agroquímicos (en especial, insecticidas) con la consecuente reducción del impacto ambiental, y mejoras en los rendimientos con mayor productividad.