Fue consecuencia sobre todo de la obligación de cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia y el beneficio ATP para el pago de sueldos de manera bancarizada. Cuáles fueron otras tendencias claves del informe de inclusión financiera del BCRA.
El informe de Inclusión Financiera del segundo trimestre elaborado por el Banco Central arrojó interesantes conclusiones sobre el comportamiento de los ahorristas en medio de la pandemia. Lo más relevante es el gran crecimiento de la apertura de cuentas bancarias, como también se registró un pico de transacciones por medios electrónicos.
Estos fueron algunos de los datos salientes:
. Se abrieron 4,8 millones de nuevas cuentas de depósito en pesos durante el segundo trimestre de 2020, al mismo tiempo que la cobertura disponible de cuentas posibilitó la canalización de ayuda social. La posibilidad de su apertura remota y la obligación de las entidades financieras de ofrecer la Cuenta Gratuita Universal (CGU), permitieron dar respuesta a la mayor demanda de cuentas bancarias y medios de pago electrónicos. En particular, facilitaron el pago del Ingreso Familiar de Emergencia y el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción a quienes carecían de una cuenta bancaria.
. Más de la mitad (53%) de los 8,9 millones de personas que cobraron la primera liquidación del IFE lo hizo a través de una cuenta bancaria, mientras que, de la mitad restante, el 54% ya poseía una cuenta al momento del cobro. Es decir, un 78% de las personas con mayor grado de vulnerabilidad socioeconómica del país poseía al menos una cuenta bancaria.
. La pandemia y la consecuente medida de ASPO potenciaron el uso de los medios de pago electrónicos y los canales electrónicos. Las transferencias electrónicas acumularon de marzo a agosto incrementos del 61% y 93%, en montos reales y cantidades por adulto, respectivamente. En ese mismo periodo, los pagos con tarjetas de débito en comercio electrónico también se destacaron, con montos reales que se triplicaron y cantidades que se duplicaron -medidos por adulto-.
. Las líneas de financiamiento destinadas a MiPyMEs, pequeños contribuyentes y autónomos contribuyeron a mitigar los efectos de la pandemia. Estas líneas especiales de financiamiento con tasas de interés subsidiadas acumularon a agosto 2020 un monto total de $482.000 millones, lo cual representa un 18% del financiamiento total en pesos al sector privado. Las líneas MiPyMEs y Servicios de Salud y MiPyMEs Plus resultaron las más significativas en términos de montos promedios (alrededor de $3,8 millones) y alcanzaron a más de 110.000 empresas. Las líneas a Tasa Cero y Tasa Subsidiada para Empresas sumaron un total de 533.174 préstamos con un monto promedio de $119.000 por asistencia.
. Las principales receptoras de las líneas MiPyMEs y Servicios de Salud y MiPyMEs Plus fueron las micro y pequeñas empresas. Estas empresas representan un 77% del total de beneficiarias. Servicios y comercio fueron las actividades que más empresas concentraron. En términos geográficos, la región Centro abarcó la mayor proporción de unidades productivas y saldos de estas líneas especiales de financiamiento.