Lo anunció esta tarde en conferencia de prensa. Con él se van Cañonero y Rappoport. También dejarán el cargo varios directores.
El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, presentó hoy la renuncia a su cargo a partir del 10 de diciembre, según confirmó en una conferencia de prensa esta tarde en la sede de la entidad.
Se espera que desde el próximo martes Alberto Fernández confirme a Miguel Pesce al frente de la autoridad monetaria y comience una etapa diferente en el organismo, con políticas distintas a las implementadas desde 2015.
También dejarán sus cargos el vicepresidente primero de la institución, Gustavo Cañonero, y la vicepresidenta segunda, Verónica Rappoport.
La incógnita es qué pasará con los tres directores que están en funciones del Central: Francisco Eduardo Gismondi, Enrique Szewach y Fabián Horacio Zampone.
Tanto Szewach, que tiene mandato hasta septiembre de 2020, como Gismondi y Zampone están nombrados en comisión.
Otro director, Horacio Liendo, oficializó días atrás su renuncia al Central, con efecto retroactivo al 1 de septiembre último.
A continuación, el texto en que Sandleris se refiere a su renuncia, en la conferencia de prensa de hoy:
“Buenas tardes a todos. Los convoqué hoy a esta conferencia de prensa por dos motivos. En primer lugar, para informarles que, en el día de hoy, yo y quienes me acompañan estamos presentando la renuncia a nuestros cargos efectiva desde el 10 de diciembre.
En la mayoría de los países del mundo el mandato de las autoridades de los bancos centrales no coincide con la duración de los mandatos presidenciales. Esto permite que haya una continuidad de la política monetaria independientemente de los resultados electorales. Este diseño institucional es uno de los elementos importantes que ha contribuido a que la mayoría de los países del mundo pueda vivir desde hace tiempo con baja inflación.
En nuestro país, más allá de que la ley así lo establece, esto no sucede. La tradición en Argentina es que, al elegirse un nuevo gobierno, éste designe también a nuevas autoridades en el Banco Central.
Subyacente a esta tradición creo que se encuentra algo que ya he mencionado varias veces: la falta de un consenso básico acerca de la importancia de construir una moneda sana y, especialmente, acerca de cómo lograrlo.
Quizás una de las frustraciones de esta experiencia liderando el Banco Central es no haber logrado avanzar significativamente en construir este consenso. Deseo que las futuras autoridades logren hacerlo y rompan así con esta tradición.
En este contexto considero que nuestra renuncia allana el camino para que el Presidente electo cuente con absoluta libertad para designar a quienes crea adecuado para implementar su plan económico, incluyendo su política monetaria y cambiaria.
Desde ya, como dije el primer día después de la elección, quienes él designe contarán con nuestra total colaboración en la transición.
Quiero agradecer al Presidente Mauricio Macri por la confianza puesta en nosotros para desempeñar estos cargos.
Quiero también hacer público mi reconocimiento a los directores que me han acompañado durante este año, así como a todo el personal del Banco por su compromiso y su trabajo en este período que ha sido tan complejo.”