La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y Sociedad Rural Argentina (SRA) pidieron revisar las distintas cadenas para constatar dónde se generan las distorsiones de precios.
La Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias pidió hoy reunirse con el presidente Alberto Fernández para debatir propuestas sobre cómo estimular la producción y reducir costos que afectan su precio en góndola, tras rechazar un posible aumento de retenciones o la aplicación de cupos a la exportación de productos primarios.
La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y Sociedad Rural Argentina (SRA) pidieron revisar las distintas cadenas para constatar dónde se generan las distorsiones de precios, “que desde hace años suceden, en detrimento de productores y consumidores, avalada por la inacción del Estado que no ejerce su rol de contralor”.
Al respecto propusieron al Gobierno “eliminar o reducir esos impuestos –incluso en forma segmentada si lo quisiera- que fijar nuevas alícuotas o cupos a la exportación” y afirmaron: “De avanzar en este sentido errado, se desataría un nuevo conflicto con el campo”.
Para zanjar el debate, los ruralistas dijeron tener “un documento con 14 propuestas”, que ya fue presentado a funcionarios nacionales, y que contiene sus ideas sobre cómo mejorar la producción, aumentar la oferta y, así, reducir el precio.
“Con el objetivo de hablar sobre nuestras propuestas y aclarar las dudas que aun hoy pueda tener el Presidente sobre nuestro sector, quedamos a disposición para reunirnos con el primer mandatario”, cerraron las entidades.
Los ruralistas también manifestaron mediante un comunicado sentir una “absoluta consternación” ante la posibilidad de que se implementen tales medidas, que consideraron “devastadoras para la producción”.
En una entrevista publicada este domingo, el Presidente planteó la posibilidad de aplicar tales medidas para evitar un traslado al consumidor del aumento del precio internacional de productos como la carne, el maíz y el trigo para, así, “garantizarle a los argentinos que tengan la comida que necesitan a precios razonables”.
Sin embargo, los ruralistas sostuvieron que su actividad “incide ínfimamente en el precio final de los alimentos” y que “impactan muchísimo más los costos provenientes de otros eslabones de la cadena y, sobre todo, del Estado, a través de los impuestos y tributos”.
La causa de la suba de los alimentos, aseguraron, “no debería buscarse en la producción ni en su estructura de costos -que por cierto no está pesificada como se sugiere ya que la mayoría de los insumos se cotizan al dólar libre- sino en el exceso de emisión monetaria y el enorme déficit fiscal”.
Por ello, recalcaron que morigerar el aumento de precios con derechos de exportación o cupos sólo replicaría “sonoros fracasos que diezmaron la producción y las exportaciones”, a la vez que afectaría la superficie sembrada y los volúmenes generados.
Consultado por Télam, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, afirmó que el sector primario “no ocupa más de un 20% dentro del componente total de precios y en el trigo es menor, de 13%”, mientras que el tributario “llega casi al 29%”.
“La aplicación de retenciones solo servirá para quitarle más recursos al productor y tener un poco más de dinero por parte del Estado. Por eso decimos que estas medidas, si se aplican, son inconducentes”, enfatizó el dirigente rural.