A través de diferentes plataformas se están revisando constantemente soluciones para eliminar vulnerabilidades, dando lugar también a una innovación constante y colaborativa.
Cada innovación tecnológica que logra establecerse, tanto en el ámbito personal como en el de las empresas u organizaciones, supone dudas y lógicas preocupaciones. De hecho, a principios de 2020 cuando la pandemia y el aislamiento preventivo obligatorio se instauró, la preocupación general estaba instalada en el hecho de que si nuestra conexión a Internet podría soportar un incremento en la demanda diaria, al tener más usuarios conectados pasarían más tiempo en sus casas.
Lo cierto es que ese escenario no solo no se produjo, sino que la tecnología fue una de las principales aliadas para poder hacerle frente a la pandemia del coronavirus y a la nueva normalidad que cambió nuestras vidas con su llegada. En este contexto, una de las herramientas tecnológicas que logró ser una solución confiable para sostener empresas y organizaciones fueron las soluciones de código abierto, al lograr mantener conectados a cientos de usuarios en diferentes partes del mundo. Pero además, otra de las razones por las cuales esta tecnología ha logrado consolidarse tiene que ver con algo que genera dudas al respecto, su seguridad.
Años atrás, era común escuchar a gente que dejara “dinero abajo de un colchón” porque no confiaba en los bancos y algo similar puede suceder con la información personal, o empresarial, que circula a través de internet. Eso genera una lógica inquietud que diversas empresas tecnológicas han tratado de mejorar apostando por un código abierto cada vez más seguro.
Uno de los principales beneficios que, por ejemplo, las soluciones de código abierto ofrecen tiene que ver con fomentar el trabajo en equipo. A través de diferentes plataformas se están revisando constantemente soluciones para eliminar vulnerabilidades, dando lugar también a una innovación constante y colaborativa. De esta manera, y a diferencia de lo que creen muchos, el código abierto no implica menos seguridad para el usuario. Por el contrario, es perfeccionado permanentemente por la comunidad, quien lo avala como un producto confiable y de calidad, previniendo debilidades que puedan derivar en ataques informáticos.
Este trabajo colaborativo se consolida en plataformas que están demostrando su valía en estos tiempos, como la nube híbrida, una arquitectura de TI que puede combinar la carga de trabajo de dos o más entornos, como una nube pública y otra privada. Las nubes híbridas ofrecen la oportunidad de reducir la exposición potencial de los datos. De esta manera, se mantienen los datos confidenciales o críticos fuera de la nube pública y se aprovecha para los datos que no tienen los mismos tipos de riesgo asociados.