Las empresas que ofrecen servicios financieros a partir del uso intensivo de la tecnología no paran de crecer. El 75% ya tiene alguna pata en Latinoamérica. Cuáles son las perspectivas del mercado.
Cuna de grandes emprendimientos y motor para el desarrollo de la innovación, la Argentina se presenta como un escenario propicio para el crecimiento de fintech que apunten a diseñar y brindar servicios de alcance regional. El ambiente de incubación local tiene pruebas de su éxito: cuatro de los diez unicornios digitales latinoamericanos fueron creados en el país (Mercado Libre, Globant, OLX y Despegar). En este escenario, las fintech encontraron un marco para desarrollarse y obtuvieron un crecimiento rápido y muy marcado a partir de 2013.
BID Lab, el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo y Afluenta difundieron el primer estudio del Ecosistema fintech Argentino. Realizado por la consultora Accenture, el informe confirma mediante los datos obtenidos la fuerte expansión que esta industria ha experimentado en los últimos cinco años en nuestro país y su alto potencial de crecimiento en el corto y mediano plazo.
En la realización del estudio se identificaron 133 fintech que operan dentro del ecosistema argentino. Casi la totalidad puede categorizarse como pyme: el 80% cuenta con menos de 50 empleados y sus índices de facturación coinciden con los de este tipo de organizaciones. El ecosistema se encuentra en un proceso de crecimiento, marcado por la adopción de nuevas tecnologías y la digitalización, que cobra fuerza en el país. Es incipiente, pero está en proceso de expansión. Por lo pronto, Argentina ocupa el tercer lugar en cantidad de empresas fintech de Latinoamérica detrás de Brasil y México.
Juan Pablo Bruzzo, presidente de la Cámara Argentina fintech, señaló: “Para nosotros es un puntapié importante tener un informe para entender el estado de situación, para entender dónde estamos, pero sobre todo para año a año continuar con estos estudios y entender cómo vamos evolucionando”, y agregó que “para la Cámara y para el sector en general es muy importante este primer paso, porque tenemos claro hacia dónde queremos ir y entendemos que tenemos mucho trabajo por hacer”.
El estudio evalúa la importancia del sector como actor social al ofrecer acceso al crédito, financiamiento y educación financiera para los segmentos no bancarizados y semibancarizados de la población.
Viviana Alva Hart, jefe de Operaciones del BID en la Argentina, resaltó que “en un contexto de baja inclusión financiera y alta penetración de internet móvil, las fintech tienen el potencial de usar innovaciones tecnológicas para hacer llegar los servicios financieros a la población hasta ahora desatendida por el sector financiero”.
“A nivel regional, un 46% de los emprendimientos fintech afirman dirigir sus soluciones a consumidores y pymes subbancarizados o no bancarizados, y en la Argentina ya contamos con emprendimientos fintech que están brindando servicios financieros a población no bancarizada en los segmentos créditos, seguros, pagos y transferencias. De esta forma, frente al enorme desafío por lograr una mayor inclusión financiera, las fintech vienen a sumarse como un actor relevante con gran potencial de impacto”, subrayó.
De las 113 compañías que participaron del informe, el 75% ya opera en Latinoamérica y tiene previsto expandirse en los próximos tres años. Además, el 29% de las empresas invirtió más de un millón de dólares, el 35% entre 100 mil dólares y un millón y el 36% menos de 100 mil dólares.
“El potencial de crecimiento es enorme y desde Afluenta continuaremos trabajando en pos de consolidar el ecosistema fintech en la Argentina”, destacó Alejandro Cosentino, CEO de Afluenta y vicepresidente de la Cámara Argentina de fintech. Y concluyó: “Creemos que es un informe muy bien hecho, a conciencia, con mucho feddback entre todos los integrantes de la Cámara, y que quedó un estudio que va a hacer muy útil no sólo para las compañías del sector sino también para toda la Argentina e incluso para los reguladores, para que tengan políticas para promover este tipo de compañías”.
Facturación e inversiones
Los números son alentadores: menos del 25% de las fintech encuestadas proyecta un techo de facturación de 500.000 dólares en los próximos tres años, en comparación con un 50% que reportó ingresos menores a esa cifra en 2017. Esto indicaría que las propias fintech esperan seguir creciendo de manera exponencial en el futuro cercano, en coincidencia con la tendencia general de la industria global.
En la misma línea, según el año de fundación se observa una correspondencia entre la madurez de las compañías y sus ingresos. Prácticamente el 70% de las fintech con al menos cuatro años de antigüedad facturaron más de un millón de dólares en 2017, mientras que el 82% de las fundadas a partir de 2015 obtuvieron menos de 250.000 dólares en el mismo período. Así, a pesar de tratarse de una industria que apunta a la disrupción y al crecimiento exponencial, las fintech más consolidadas son también las que generan la mayor facturación.
Diego Zorzoli, director ejecutivo de Accenture, subrayó que “el fenómeno fintech no representa una moda ni una tendencia pasajera. Se trata de un ecosistema que en su mayoría está integrado por compañías nuevas e innovadoras, llamado a revolucionar la industria financiera”, y agregó que “a nivel local, nos encontramos con un ecosistema incipiente, pero que está en constante expansión: el 70% de las fintech argentinas ha aparecido en el mercado en los últimos cinco años y el 75% de las fintech planea expandir sus operaciones al exterior en los próximos tres años destacándose por una oferta de propuestas de valor variadas e innovadoras”, finalizó.
Y lógicamente la facturación y la inversión tienden a ir de la mano. Las fintech proyectan su inversión en nuevos productos, servicios y en sus propios modelos operativos, lo que traerá resultados positivos en materia de crecimiento e ingresos. El 29% de las fintech encuestadas para el informe declaró haber invertido más de un millón de dólares en 2017.
Mirando hacia el corto plazo, en los próximos tres años, el panorama es más estimulante: el porcentaje de empresas que invertirá esa cifra será 52%. Asimismo, alrededor del 60% de las fintech argentinas proyecta un crecimiento de usuarios superior al 100% durante los próximos tres años. La cantidad de usuarios y de transacciones son dos pilares fundamentales de los modelos de negocios de la mayoría de las fintech, por lo que el crecimiento de ambas variables produce un impacto directo en sus ingresos potenciales y en sus valuaciones.
Empleados
Otro indicador clave para medir el crecimiento del ecosistema es la generación de empleo, esencial para el desarrollo y el sostenimiento de la sociedad. La incorporación de talento calificado permitirá a las fintech alcanzar más rápidamente sus objetivos. Hoy, el 80% manifiesta tener hasta 50 empleados y sólo un 10%, más de 100. Estas cifras sugieren que las fintech que componen el ecosistema argentino son pequeñas y de hecho se observa una marcada correspondencia en la relación entre empleados y facturación. Casi el 50% de las fintech con más de veinticinco empleados proyecta una facturación superior a un millón de dólares dentro de los próximos tres años. Pero como sólo el 38% supera esa cifra de colaboradores, cabe esperar que sean pocas las que alcancen ese objetivo de facturación en el corto plazo. La disponibilidad de talento, por lo tanto, es vital para que el ecosistema fintech local pueda crecer y desarrollarse.
Las empresas, rubro por rubro
Del estudio realizado se desprende que el mundo fintech local brinda un abanico muy diverso de productos y servicios únicos y entonces a las empresas se las agrupó en ocho categorías principales: financiamiento colectivo, insurtech, inversiones, pagos y transferencias, blockchain & crypto, servicios fintech B2B, seguridad informática y préstamos.
Los préstamos es la categoría con más empresas dentro del ecosistema y está conformada por 32 compañías que otorgan préstamos tanto de capital de trabajo como de consumo. En el informe se las dividió en dos subcategorías: préstamos a personas y préstamos a empresas.
El 66% de las empresas encuestadas de los préstamos a personas mencionó que el monto promedio de los préstamos otorgados fue de 25.000 pesos en plazos de hasta seis meses, con tasa de interés similares a las del mercado. Algunas de las empresas destacadas en esta categoría son 4Finance, Ualá, Moni, y Wenance. Pero hay otras en plena expansión como Dinero Full o Credicuotas.
Las empresas de préstamos a pymes se centran en brindar soluciones de financiamiento a pequeñas y medianas empresas, que suelen destinar los préstamos a la compra de capital de trabajo. Durante 2017, otorgaron créditos por un monto promedio de 250.000 pesos con plazos de entre tres y seis meses. Las referentes en esta categoría son MOON Money Online, Emprestify y Grouit.
La categoría pagos y transferencias es la segunda más desarrollada en la Argentina, conformada por 27 empresas que ofrecen una gran variedad de servicios, entre los que se destaca la billetera virtual. A pesar de brindar servicios distintos, las integrantes de esta categoría coinciden en su propuesta de valor: una mejor experiencia para el usuario, a un menor costo y en una menor cantidad de tiempo. A su vez, son las que mayormente identificaron sus productos como únicos e innovadores en el mercado, a diferencia del resto de las categorías estudiadas. Algunas empresas destacadas en esta categoría son Mercado Pago, TodoPago, Nubi, VeriTran, Olpays.
Entre el resto de las categorías se destaca la de blockchain & crypto porque sus compañías en general tienen pocos empleados, pero una facturación elevada. El 75% de las empresas encuestadas facturó más de un millón de dólares en 2017, posiblemente impulsadas por el momento que viven las bitcoins y las monedas digitales. Entre las compañías destacadas de esta categoría sobresale Bitex.
Inclusión financiera
La inclusión financiera es una gran oportunidad para el sector, fortalecida por la propuesta de valor que las empresas fintech brindan: 65% de las compañías apuntan a mejoras operativas, de productividad y de ahorro de tiempo, 44% enfocadas en consumidores finales, 40% vinculadas a servicios de mejorar de otras empresas y 31% ofrecen nuevos productos. Todas propuestas variadas e innovadoras que responden a las necesidades actuales de las personas.
A lo largo de los últimos años el Estado trabajó, en conjunto con organizaciones no gubernamentales y otras entidades, en iniciativas para generar una mayor inclusión. El porcentaje de la población incluida financieramente en la Argentina creció de 33% en 2011 a 50% en 2014. Sin embargo, luego disminuyó el número de personas con cuenta bancaria, factor de medición de la inclusión financiera, lo que demuestra un claro estancamiento que no coincide con lo que ocurre en otros países de la región.
“Hay una oportunidad grande en todo lo que es inclusión financiera a nivel del ecosistema. Los datos del mercado latinoamericano claramente avalan esto y la Argentina tiene una oportunidad de crecer en todo lo que es inclusión. Si bien el sistema tradicional trabaja en ese desarrollo, todavía el nivel de bancarización o de penetración de los servicios financieras en la población en general es bajo si lo comparamos con otros países de la región. Hay una oportunidad fuerte de que las fintech trabajen y desarrollen más todo lo que es inclusión financiera”, comentó Zorzoli.
En 2017 sólo el 49% de los adultos de la Argentina estaba bancarizado o semibancarizado y en comparación a otras economías regionales, como Chile y Brasil, donde este porcentaje trepa al 74% y 70% de la población respectivamente es muy bajo. El nivel de acceso al crédito también es bajo en el país: sólo el 24% de la población tiene acceso a tarjetas de crédito y el crédito interno al sector privado representa sólo el 15% del PBI.
La inclusión de los no bancarizados es para las fintech locales un gran desafío y una enorme apuesta. Sin embargo, la mayoría manifiesta estar direccionada al segmento bancarizado y semibancarizado, dado que necesitan de una cuenta bancaria para proveer sus servicios. Esto no ocurre entre las fintech que proveen servicios de pagos y transferencias mediante billeteras virtuales (27% del ecosistema) ya que sus consumidores no necesariamente requieren de una cuenta bancaria para operar. Sin ir más lejos, sólo el 40% afirma que sus clientes poseen caja de ahorro. Las iniciativas innovadoras por parte del Estado y otras organizaciones pueden ayudar a acelerar la inclusión financiera. La industria fintech deberá trabajar en conjunto con los bancos para continuar incorporando los segmentos no bancarizados y semibancarizados de la población.
Marco regulatorio
En la Argentina, hasta el momento, la postura es unánime y clara: no regular la industria de las fintech. Sin embargo, los representantes del sector exponen la validez de la ley precedente: si bien no hay una regulación específica, igualmente se deben considerar, por ejemplo, el Código Civil y la Constitución Nacional.
El BCRA mencionó explícitamente que el ecosistema argentino es aún muy pequeño y no representa riesgos. Distinguió, no obstante, entre las organizaciones tomadoras de depósitos y las que no lo hacen, quedando fomentar el crecimiento para, posteriormente, evaluar si es necesario aplicar algún tipo de regulación específica. La CNV mantiene la misma postura, con una excepción: el financiamiento colectivo de equity. En el marco de la regulación explicitada en la RG 2017-717, se introduce la figura de las plataformas de financiamiento colectivo (PFC) que deberán contar con una serie de requisitos para operar (estructura jurídica, objeto social y nombre, entre otros). Finalmente, la SSN trabajó en soluciones tecnológicas para el mercado de seguros en general, pero no se expresó en materia regulatoria en cuanto a las insurtech.
Siguiendo la línea del BCRA, parece ser que el mercado aún no representa un riesgo.
Más allá de estas posturas, los distintos reguladores cuentan internamente con sectores dedicados a finanzas e innovación. Por ejemplo, la Mesa de Innovación Financiera del BCRA, que se presenta como una forma de colaboración entre los bancos, las fintech y el organismo regulador. La dinámica consiste en que los participantes formen parte de las políticas y las conozcan antes de su implementación para lograr una transición más fluida. La CNV cuenta con un Comité fintech Interdisciplinario que funciona de manera coordinada con la Mesa de Innovación Financiera.
Del informe se desprende que no hay consenso entre las fintech sobre cuál creen que sería un marco regulatorio apropiado, aunque sobre la base de la encuesta realizada por la Cámara Argentina de fintech, se identificó que sólo el 4% del ecosistema argentino cree que el actual es óptimo; sin embargo, el 73% cree que contar con uno es un factor importante para su crecimiento y su desarrollo. Partiendo de esta base, se encontraron dos corrientes de pensamiento. La primera, a favor de que los entes tomen una postura más firme y regulen de manera directa a la industria. El principal argumento es que se trata de una herramienta para establecer reglas claras, tanto para el consumidor como para el inversor. Pensando en el consumidor, esta corriente considera que la regulación lo protege y fomenta así el crecimiento de organizaciones económicamente sanas. Como ejemplo retoman el mencionado caso de México, donde opera casi el doble de fintech, que tienden a ser económicamente más sólidas debido a los requisitos que establece la ley. De cara al financiamiento, la regulación ayudaría a atraer inversores del extranjero que, ya que brindaría mayor claridad sobre las reglas de juego y les permitiría mitigar riesgos y, en consecuencia, ofrecer mayores y mejores opciones de financiación. La segunda corriente, contraria a la existencia de una regulación específica para fintech, tiene como principal argumento que la normativa debe surgir cuando existe un potencial perjuicio para el consumidor, producto del curso normal de operación de la compañía. También menciona que podría ralentizar el desarrollo del ecosistema al elevar las barreras de entrada de las startups y establecer mayores restricciones. La regulación divide a las fintech del ecosistema, pero sin embargo, la mayoría se mantiene expectante y el 73% cree que el tema mejorará hacia 2021.
Sobre el financiamiento
A pesar de que existe una multiplicidad de medios de financiamiento, para arrancar sus operaciones las fintech del ecosistema argentino recurrieron, en su mayoría, a capital propio. Tan sólo un 35% de las empresas encuestadas obtuvo algún tipo de financiación adicional al inicio. La industria tecnológica es uno de los sectores que capturaron la mayor cantidad de fondos en los últimos cinco años. El hecho de que se destaquen sólo unas pocas empresas fintech demuestra que la disponibilidad de capital en la Argentina es todavía muy baja.
Sin embargo, la mayoría de estas compañías del país tiene menos de cinco años de antigüedad. En muchas ocasiones, los emprendedores detrás de compañías nuevas no se muestran dispuestos a entregar equity en una etapa prematura sin haber validado su modelo de negocio y escalado sus operaciones. Asimismo, se identificó que aquellas que se financian con capital propio tienden a tener mayores niveles de facturación, mientras que las que se apalancan con capital de riesgo proyectan un mayor incremento de sus ingresos en los próximos años. La sensación de falta de financiamiento es coincidente: la mayoría de las fintech manifiesta que las posibilidades fueron bajas en los últimos años, pero que están en aumento. Asimismo, en base a entrevistas realizadas con referentes del sector, las pocas opciones disponibles parecen direccionadas a emprendimientos nuevos (por ejemplo, las aceleradoras) por lo que para las empresas consolidadas o en expansión es aún más difícil llegar a una Serie A, B o C en el país, ya que deben procurar fondos en el extranjero.
Dos factores clave desencadenan el escaso financiamiento para el ecosistema argentino: un contexto macroeconómico difícil y una potencial correlación entre la falta de regulación en el ecosistema y las opciones de financiamiento. El mundo fintech argentino está expectante. La mayoría de las empresas considera la disponibilidad de fondos como un aspecto clave para su desarrollo, por encima de la presencia de consumidores y la regulación. En ese marco, un 69% estima que el panorama mejorará en el corto plazo.
“Argentina comienza a ser un actor clave para la mirada de los inversores internacionales. Más del 59% de las empresas han obtenido fondos del exterior y la mitad de las fintech espera invertir más de un millón de dólares en los próximos tres años”, destacó Juan Pablo Bruzzo, presidente de la Cámara Argentina fintech.
El ecosistema fintech tiene un largo camino por recorrer. El análisis realizado identificó que el ecosistema es incipiente, pero demuestra solidez y fertilidad de cara al futuro. Durante los últimos cinco años se ha expandido de manera significativa, aunque aún necesita encontrar la forma de consolidar su posición en el mercado, situación que podría venir de la mano de una mayor cooperación e interacción con otros sectores también liderados por procesos digitales, generando sinergias y potenciando los modelos de negocio. El camino que deben transitar las compañías hasta convertirse en organizaciones maduras no será ajeno a contramarchas. La disponibilidad de fondos, la escasez de talentos y las potenciales barreras regulatorias podrían convertirse en trabas reales para la evolución de estas nuevas compañías. Sólo las suficientemente flexibles para desenvolverse en dicho contexto alcanzarían un proceso de crecimiento estable en el tiempo. La experiencia de otros mercados demuestra que el fenómeno fintech no es una tendencia pasajera, sino un nuevo ecosistema, en su mayoría incipiente y de compañías nuevas, que busca seguir evolucionado en todo el mundo a través de nuevas soluciones o productos y servicios financieros. En este sentido y apalancada por la globalización, la Argentina presenta grandes oportunidades en materia de desarrollo financiero. El hecho de que el ecosistema fintech logre un crecimiento efectivo dependerá de las habilidades de cada empresa para comprender los desafíos del mercado, los nichos aún desatendidos, su ventaja comparativa dentro de la cadena de valor y su capacidad de colaboración e integración con los distintos actores de la industria financiera.