El volumen anual acumulado de negociación de cheques de pago diferido terminó 2019 en $ 96.418 millones, una cifra 147% mayor a la del año previo.
El giro en la política económica que significó el cambio de Gobierno dio aire a las finanzas de las pequeñas y medianas empresas, castigadas por los problemas en la cadena de pagos. De la mano de la baja de la tasa de interés en el sistema bancario, el financiamiento vía descuento de cheques y facturas de créditos vive un boom. Las tasas más bajas, como siempre, no están en los bancos, describió un informe de Mills Capital Group.
El informe explicó que el retroceso de la tasa de interés de referencia y el aumento de la base monetaria genera dudas respecto de cuál va a ser la estrategia monetaria del nuevo Gobierno.
Pero, al menos, da un respiro a las pequeñas y medianas empresas que sufrieron la dureza del intento de estabilización que significó el esquema de control de agregados monetarios de la administración previa.
De la mano de la caída en los costos de financiamiento, el descuento de cheques y facturas de crédito digitales en el mercado de capitales vive un verdadero boom que alivia las cuentas de los pequeños empresarios, amplió Mills Capital Group.
El volumen anual acumulado de negociación de cheques de pago diferido terminó 2019 en $ 96.418 millones, una cifra 147% mayor a la del año previo. El salto es enorme aun teniendo en cuenta que la inflación marcó más del 50% a lo largo del año.
El repunte en este tipo de operaciones tiene su explicación en que el mercado de capitales significó un refugio para pequeñas y medianas empresas en tiempos de tasas récord: durante el pico de la Leliq en septiembre, rozó el 86% anual, la forma más barata de hacerse de liquidez para pequeños empresarios fue el mercado de capitales.
Pero si el aumento fue tan relevante en época de altos costos de financiamiento, no es menor en los primeros días de 2020 tampoco. Las tasas de descuento de cheques cayeron por debajo del 40% de la mano de la caída de la tasa propiciada por la nueva administración.
Además, el crecimiento de un nuevo instrumento –la negociación de facturas de crédito electrónicas con las que las grandes empresas están obligadas a pagarle a las pymes- sumó un nuevo vehículo de financiamiento que ya acumula más de $ 1000 millones financiados desde su creación.