La recuperación vendría de la mano de la actividad industrial. La pobreza alcanzará al 50% de la población a finales de 2020 ante una caída del salario real del 11,5% y un aumento del desempleo, que alcanzará el 15%
El economista y director de la consultora de OF&A, Orlando Ferreres, sostuvo que el Producto Bruto Interno (PBI) caerá este año alrededor de 12% y que en 2021 podría marcar un crecimiento de 9%, de la mano de una recuperación de la actividad industrial.
Proyectó además que en 2021 la inflación se ubicará en torno al 45%, y que “la única salida” al estancamiento económico de los últimos años tendrá que venir por un fuerte aumento de la inversión pública y privada.
“Estamos saliendo de la caída más grande de la historia argentina. El año que viene habrá una recuperación de entre el 8 ó 9%, pero con un gran déficit fiscal primario que va a exigir una expansión monetaria”, dijo Ferreres esta tarde en el marco de un encuentro virtual organizado por la Fundación Mediterránea.
Según el economista, luego de la mayor caída interanual en la historia del país registrada en abril pasado, con un retroceso de 26,4%, la actividad moderó su contracción al 20,6% en mayo y al 10,6% en junio debido a que “la industria se está recuperando, aunque está entre un 10 y 12% por debajo del año pasado”.
“La recesión generada por la pandemia de coronavirus es monstruosamente grande. Va mejorando mes a mes y a final de año estaríamos saliendo de esta situación, pero proyectamos una caída del producto del 12% para este año y entre el 6 y 6,5% de déficit primario”, aseguró.
Respecto de la emisión monetaria, sostuvo que el M2 (efectivo, depósitos a la vista y plazos fijos) se expandió un 95% en forma interanual, pero que el Banco Central ha logrado controlar la liquidez cancelando parte de ese dinero a través de la emisión de Letras de Liquidez (Leliq).
“Hoy la emisión no afecta al los precios pero, a medida que nos alejemos del punto más difícil de la pandemia, habrá una inflación mayor”, señaló Ferreres, quien dijo esperar una inflación del 2,2% para julio, del 5% a partir de septiembre y un 45% de aumento de precios para todo año, un nivel similar al que pronostica para 2022.
En esa línea, dijo que será necesario que el Banco Central “encuentre una solución a la moderación de la expansión para que cuando termine la circulación del virus haya una expansión más fuerte de los precios”.
Por otra parte, dijo que la pobreza alcanzará al 50% de la población a finales de 2020 ante una caída del salario real del 11,5% y un aumento del desempleo, que alcanzará el 15%
“La única salida de esta dinámica es que la inversión del sector público y privado se recupere y pase del 12% actual a un nivel de por lo menos el 25% del PBI si queremos volver a ser un país en desarrollo”, aseguró.
Para ello dijo que “será necesario bajar el gasto público”, pero no sólo a nivel nacional sino también en provincias y municipios ya que “ese gasto, que históricamente fue de entre el 28 al 30% del producto, este año estará en el 46,5%”
“El año que viene no vamos a tener el IFE o el ATP y podemos a empezar a enfocar una reducción del gasto, pero sin dudas que lo más duro para resolver es eso: bajar el gasto publico para dar más espacio al sector privado, para que pueda invertir más”, cerró Ferreres.