La divisa estadounidense parece tener un nivel de equilibrio en la balanza comercial que no se condice con el dólar financiero
Hay mucha expectativa puesta en que un desdoblamiento cambiario podría ser la solución: un dólar comercial en los niveles actuales y un dólar para la cuenta financiera (y tal vez servicios) que opere con una brecha al alza respecto al primero, consignó un informe de la consultora LCG.
LCG consignó cuatro situaciones a analizar a la hora de una estrategia cambiaria de este tipo:
• El principal y recurrente problema que surge es que no existe un flujo suficiente de oferta para el dólar financiero; las intervenciones del BCRA no pueden ser sistemáticas y eso termina deformando al régimen original. Lo segundo a tener en cuenta es que los precios pueden indiciarse a un tipo de cambio más parecido al financiero, con lo que no tendría sentido salir del esquema del MULC.
• La parte positiva es que, si el tipo de cambio financiero alcanza un nivel alto, podría bajar la tasa de interés toda vez que caiga la tasa de depreciación esperada gracias a la actualización del spot financiero.
• No obstante, el costo de tener un régimen cambiario tan desfigurado o falseado es que impacta negativamente sobre la demanda agregada vía menor demanda de inversión. Por lo tanto, tiene costos en la actividad.
• La otra parte es la dinámica del funcionamiento, la necesidad de tener una cuenta corriente positiva para que con esas divisas se pueda intervenir en el financiero es una condición que quizás requiera que se actualice periódicamente el tipo de cambio comercial acarreando también consecuencias inflacionarias.