La amplia convocatoria reunió a los representantes de cámaras y empresas de toda la cadena de valor alimenticia, de supermercados, representantes de la mesa del trigo, del maíz y de la carne y a los sindicatos que nuclean a los trabajadores del sector.
El Gobierno nacional consensuó cinco ejes de trabajo con representantes de la cadena de valor del sector alimenticio para “evitar aumentos injustificados” y coordinar una evolución de precios que no supere la pauta inflacionaria del 29% que busca alcanzar el Gobierno para 2021, en el marco del diálogo amplio con empresarios y representantes gremiales.
“Esta mesa no es para buscar culpables sino para encontrar soluciones”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en la apertura del encuentro que se desarrolló esta tarde en la sede de esa cartera, el primero de una serie que continuará con el sector de la construcción y con productores de electrodomésticos.
La amplia convocatoria reunió a los representantes de cámaras y empresas de toda la cadena de valor alimenticia, de supermercados, representantes de la mesa del trigo, del maíz y de la carne y a los sindicatos que nuclean a los trabajadores del sector.
El encuentro comenzó con una presentación del ministro Kulfas, quien estuvo acompañado por sus pares de Trabajo, Claudio Moroni; el de Agricultura, Luis Basterra; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el presidente del BCRA, Miguel Pesce; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca y el secretario de Política Económica, Fernando Morra.
El objetivo de la mesa inaugurada hoy será trabajar para coordinar una expectativa inflacionaria que pueda converger con las metas establecidas en el presupuesto, explicaron las fuentes consultadas sobre el contenido del encuentro, las que refirieron que “es un mecanismo de trabajo que contribuye a lograr los objetivos planteados”.
Por ello, en la reunión se planteó avanzar en un esquema de trabajo sobre cinco grandes ejes que abarcan los insumos alimenticios, en línea con lo que ya se viene trabajando en las mesas de trigo y maíz, y los insumos no alimenticios, tanto del agro como los de la industria.
También formarán parte del análisis conjunto los costos de logística, el funcionamiento del Programa de Precios Máximos para converger en un deslistado que no comprometa las metas macroeconómicas, y la productividad, algo más vinculado con la negociación salarial, se precisó.
Kulfas aseguró que “la alimentación es un eje central, por la relevancia que tiene en la mesa de los argentinos y las argentinas, y por el peso que tiene en la formación de precios”.
En ese sentido, analizó que el funcionamiento integral de la cadena de alimentos no fue homogénea: “En el 2020 cerramos con una inflación del 36,5%, pero los productos frescos subieron mucho más, por ejemplo”.
Sobre esas declaraciones de Kulfas, las fuentes consultadas precisaron que “se detectaron aumentos en insumos, tanto en la fase primaria, como agroquímicos, como en la fase industrial”, al agregar que algunos aumentos “no encuentran justificativo razonable y son los que se quieren “poner sobre la mesa para trabajar sobre eso”.
A la vez es intención del Gobierno “establecer compromisos cruzados, donde cada sector haga su aporte y entre todos converjan a los objetivos macroeconómicos”, se adelantó en el encuentro.
Uno de los planteos del Gobierno es que en 2020 hubo insumos que aumentaron por encima de los precios finales, por lo que se advirtió que este año se deben armonizar intereses para que se de “en sentido inverso”.
El secretario de Política Económica, a su turno, remarcó la necesidad de alcanzar los objetivos de inflación planteados por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en las reuniones con empresarios y con trabajadores.
Al respecto, Morra destacó que “la inflación es parte de la inestabilidad y desbalances históricos de la economía argentina y tiene distintas causas, que incluyen elementos de política económica y de adaptación de comportamientos a entornos muy volátiles”.
“No es posible corregir esto de un momento a otro. Necesitamos construir una narrativa donde prime la consistencia y la confianza. La política de desinflación es una parte de la política macroeconómica que incluye la política productiva, fiscal, cambiaria, monetaria y financiera”, dijo.
Por el sector privado participaron ejecutivos de las firmas productoras de alimentos de Arcor, AGD, Molinos Ríos de la Plata, Nestlé, Ledesma, Danone, Granja Tres Arroyos, Paladini, Cabrales, Quilmes, Mastellone, Molinos Cañuelas, Bunge, Casamen, Morixe Hermanos, Mondelez.
También participaron representantes de la Sociedad Rural Argentina, de la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol; Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines; Cámara de Armadores de Pesqueros Congeladores de la Argentina; Centro de Empresas Procesadoras Avícolas; la Cámara Argentina de Productores Avícolas; el Centro de Industria Lechera y la Cámara de Industriales de Productos Alimenticios, entre otras.
El encuentro contó con representantes de la Asociación Supermercados Unidos, de ABC Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas; la Federación Argentina de la Industria Molinera; la Federación Argentina Del Citrus; la Federación de Molineros de Yerba; la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines y la Cámara De La Industria Aceitera De La República Argentina y la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios.
El sector sindical estuvo representado por la Confederación General del Trabajo (CGT), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), entre otros gremios de las distintas ramas del sector.