El INDEC avanzar con este cambio en 2022 para reflejar los nuevos hábitos de consumo, ya el último cambio data de 2017. Pero la vieja historia del kirchnerismo y la manipulación de los índices despertó viejos fantasmas
La novedad de un posible cambio en la canasta del INDEC que mide la inflación minorista ya está impactando negativamente en los bonos que ajustan por CER, los favoritos en un contexto de tipo de cambio oficial aletargado y complicaciones para comprar dólares. Algunos inversores leyeron en esta noticia un intento por suavizar el aumento de la inflación, aunque desde el Gobierno explican que sólo obedece a la necesidad de actualizar la canasta de consumo de la población.
“Es una filtración que juega en contra del gobierno ya que impacta de lleno sobre el ajuste en pesos más atractivo que tiene a mano el tesoro para poder acudir al mercado doméstico de deuda. El consenso de mercado asume que esta modificación estaría sesgada a tratar de ‘minimizar/suavizar’ la dinámica de los precios”, explicó un importante operador de bonos del mercado local.
Según explicaron desde el INDEC a la agencia Bloomberg, el cambio recién se introduciría en 2022 para evitar cualquier ruido electoral. La última modificación se realizó en 2017.
“De esta manera, el efecto debe ser muy limitado sobre la parte corta de la curva (en especial, tramo 2021), y más fuerte en la parte media/larga, que por supuesto son más sensibles a un cambio de perspectivas de índice de ajuste. Estamos viendo bastante flujo vendedor de DICP/TX26, y en menor medida de los tramos medios”, indicaron fuentes bursátiles.
Si bien una modificación de la canasta que mide la inflación es habitual en cualquier país para reflejar los cambios en el hábito de consumo, en la Argentina adquiere una connotación especial. En la memoría de los inversores aún está fresca la manipulación de datos del INDEC para medir precios desde 2007 hasta 2015, es decir al final del gobierno de Néstor Kirchner y los dos mandatos de Cristina.
