La calificadora de riesgo Moosy’s analizó el caso argentino y comparó la situación del país con sus pares de América latina. Qué dijo de cada uno.
Varios países de mercados emergentes, incluidos varios en América latina, han experimentado depreciaciones de la moneda y una disminución de las reservas de divisas en los últimos meses, mencionó Moody’s en un informe.
El endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva Federal y los desequilibrios macroeconómicos específicos de cada país han afectado los flujos de capital hacia los mercados emergentes.
“En la medida en que las variaciones cambiarias son impulsadas por las salidas de capital -o flujos de entrada significativamente más bajos- son negativas para los países con grandes necesidades de financiamiento externo”, dice el analista de Moody’s Renzo Merino.
“Si bien las condiciones actuales no colocan una presión crediticia negativa a la mayoría de los soberanos en América latina, hemos visto presiones significativas para la Argentina en particular”, agrega.
En el caso de Argentina, la depreciación del peso se debió a la reacción adversa del mercado a la decisión de las autoridades de flexibilizar los objetivos de inflación a fines de 2017 y un impuesto a las ganancias de capital sobre tenencias extranjeras de instrumentos de deuda denominados en pesos que entraron en vigencia abril.
Además, el perfil crediticio de Argentina incorpora otras debilidades macroeconómicas, incluyendo la presencia de grandes déficits fiscal y de cuenta corriente, y una inflación persistentemente alta, factores que hacen que el país se destaque en momentos de volatilidad del mercado global y revaloración de activos.
Mientras que otros países de la región han visto un empeoramiento en las métricas de la deuda externa en los últimos años, Moody’s ve un riesgo de contagio limitado de Argentina.
“Hay factores mitigantes importantes en juego”, dice Merino, “que incluyen reservas de divisas más altas y estables, y activos líquidos externos del gobierno que pueden proporcionar cobertura del servicio de la deuda si fuese necesario, además de una mayor prevalencia de tipos de cambio flexibles en la región.”
Aunque son menos vulnerables que Argentina, Costa Rica, Chile y Paraguay se destacan por sus grandes requerimientos de endeudamiento externo en relación con las reservas.
La presencia de factores atenuantes en Chile (flujo constante de ingresos en moneda extranjera) y Paraguay (los superávits en cuenta corriente que contribuyen a la acumulación de reservas) limitan los riesgos de crédito.
Si bien Brasil también ha experimentado presiones cambiarias en los últimos meses, su principal vulnerabilidad crediticia es la doméstica, relacionada con la desafiante dinámica fiscal.