Los analistas de la entidad realizaron un comparativo del precio de los bonos. Por ahora no ven una caída de rendimientos. Por qué los bonos cortos podrían ser mejor opción si mejora la confianza de los inversores.
La administradora de fondos Balanz recomendó que todavía “no es momento de aumentar la exposición” en deuda argentina, de acuerdo con un informe enviado a sus clientes.
Balanz hizo un análisis bajo el escenario actual y teniendo en cuenta las expectativas de los inversores, alimentadas tanto por factores tanto políticos como económicos.
Estimó una banda dentro de la cual cada uno de los precios relativos de los bonos debería moverse:
-Por un lado, creemos que el GD30 debería negociarse USD4 por encima de los GD35, dentro de un rango entre USD 3,5 y USD 4,5, a la vez que vemos extremadamente difícil observar que se negocien con una diferencia mayor a USD5.
-Paralelamente, el GD38 debería encontrarse entre USD0,5 y USD1 por encima del GD30. La diferencia de precio entre estos dos bonos debería reducirse cuando prevalezcan las expectativas positivas sobre Argentina, mientras que aumentaría hasta USD1 cuando éstas se vuelvan negativas.
-Respecto al GD30 para que el mismo se negocie por encima del GD38, de acuerdo a nuestros cálculos, las tasas deberían caer por debajo de 13%, algo no esperado antes de las elecciones.
-Paralelamente, encontramos que el GD46 y el GD35 deberían negociarse a un precio similar, aunque si los escenarios se vuelven más binarios, el GD46 debería negociarse levemente por encima. Por otro lado, los GD41 podrían negociarse USD2 por encima del GD35 y GD46, contemplando las mejores cláusulas legales y la mejor estructura de pagos.
“Considerando los precios actuales, todavía no creemos que hayamos llegado al punto de aumentar posiciones en argentina”, indicó.
Y agregó: “Para hacerlo nos gustaría ver los bonos con vencimiento en 2038 más cerca de los USD37”
“Mantenemos nuestra preferencia por los bonos emitidos bajo el prospecto 2005 (GD38 y GD41) ya que el riesgo todavía está sesgado a la baja y estos bonos ofrecen tanto una mejor protección legal como una mejor estructura de flujos de pago”. añadió.
Movió su recomendación de los bonos con vto. en 2041 hacia bonos con vto. 2038, ya que los primeros lucen algo caros tras la reciente suba.
“Pensando en el mediano plazo, para inversores que tengan una visión positiva sobre el país, preferimos los bonos con vto. en 2030, ya que ofrecen una mayor potencial suba en el escenario positivo, o posicionarse en el AL38, en busca de un retorno extra que vendría de una compresión en la prima por ley”, finalizó.