Oil & Gas: los piquetes derrumbaron la actividad en Vaca Muerta

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De acuerdo con el trabajo de NCS Multistage, YPF fue la empresa que pudo mantener la mayor actividad en sus áreas con 86 etapas de fractura en el shale, y otras 23 en el tight.

La actividad en la formación de Vaca Muerta registró en abril una reducción en la cantidad de etapas de fractura concretadas por las distintas petroleras como consecuencia de la paralización de muchas de las operaciones en áreas de recursos no convencionales, a consecuencia de los cortes de rutas registrados en Neuquén por el reclamo de los trabajadores autoconvocados de la salud.

Así se desprende del informe elaborado por el especialista Luciano Fucello, country manager de la firma NCS Multistage, en el que se reflejó que en abril se realizaron 265 etapas de fractura, muy por debajo de las 751 de marzo, que significaron el mayor nivel histórico de actividad en la formación.

La tarea de las principales operadoras tanto en las áreas de petróleo y de gas natural, y en las reservas no convencionales de shale y tight, se vieron afectadas en gran parte de abril por los cortes de rutas que dificultaron e impidieron tanto el traslado de personal como de maquinarias e insumos.

De acuerdo con el trabajo de NCS Multistage, YPF fue la empresa que pudo mantener la mayor actividad en sus áreas con 86 etapas de fractura en el shale, y otras 23 en el tight.

Le siguieron en desempeño durante el cuarto mes del año las compañías Tecpetrol con 53 etapas de fractura, Pan American Energy con 46, Pluspetrol con 41, Shell con 13 y Pampa Energía con 3 en el tight.

Fucello explicó en diálogo con Télam que ante los eventos sociales y gremiales que se registraron en la cuenca “la operación es lo primero que se para, por falta de suministros e imposibilidad de recambio de personal”.

A esta primera instancia le siguió “la imposibilidad de evacuar producción de refinerías o plantas de tratamiento, sumado al desabastecimiento de insumos básicos, lo que hizo que en muchos casos se haya tenido que parar la producción y cerrar pozos existentes”.

En una sucesión de consecuencias, el analista describió que “al paralizarse las

operaciones, también se dilata la puesta en marcha de los pozos que se estaban terminando, en un mes crucial para la llegada del frió” y que formaba parte de las previsiones del plan Gas.Ar.

“Al mismo tiempo -agregó-, los pozos son mas productivos en su etapa inicial, así que no solo se para la producción, sino la mejor producción de esos pozos”.

Si no hay suficiente gas en invierno “hay que importar GNL a precios muchos mas altos y en dolares al exterior”, dijo.

Como consecuencia de esta situación descripta por Fucello, el secretario de Energía Darío Martínez advirtió la semana pasada que “la parálisis de Vaca Muerta generará una merma en la producción” de gas y planteó que se deberá conjugar la oferta local con el importado de Bolivia y del gas natural licuado.

“La parálisis de la actividad en Vaca Muerta generará sin duda una merma en la producción y en la capacidad de inyección desde esa cuenca”, afirmó Martínez que lleva adelante la “Mesa de Trabajo de Invierno” para planificar la cobertura de la demanda pico de los meses más fríos del año.

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