La calificadora dejó el terreno listo para volver a subir la nota, sobre todo si se logra avanzar a la “siguiente fase de ajuste macro”. La eliminación de los controles cambiarios y shocks internacionales son considerados como eventuales riesgos para los bonistas
El aumento de las calificaciones a Caa3 refleja la opinión de Moody’s Ratings de que el contundente cambio de política del gobierno “ha permitido un ajuste fiscal y monetario que está ayudando a corregir los desequilibrios económicos y a estabilizar las finanzas externas, además de reducir la probabilidad de un evento crediticio”, expresó la calificadora en un comunicado.
deduda“Todavía -agrega- existen riesgos importantes para la capacidad del país de cubrir los próximos pagos de la deuda externa, como aquellos relacionados con la eliminación de los controles cambiarios y de capital o los shocks negativos que podrían provocar un evento crediticio con pérdidas importantes para los tenedores de bonos”.
A continuación, las principales consideraciones de Moody’s al mejorar la nota de la deuda argentina en dólares, abriendo el espacio para una mejora adicional:
. La perspectiva positiva refleja el potencial alcista de las calificaciones a medida que Argentina continúa avanzando hacia la siguiente fase de su ajuste macroeconómico. Una transición ordenada a una cuenta de capital más abierta sería coherente con calificaciones más altas.
Los techos país de Argentina en moneda local y extranjera se mantienen en B3 y Caa1, respectivamente. La brecha de tres escalones entre el techo en moneda local y la calificación soberana de Caa3 equilibra la creciente previsibilidad de las acciones e instituciones gubernamentales y la disminución de la presencia del gobierno en la economía y el sistema financiero, con la débil estabilidad de la balanza de pagos. La brecha de un escalón entre el techo en moneda extranjera y el techo en moneda local refleja una mayor eficacia de las políticas y un endeudamiento externo relativamente bajo, compensado por la baja apertura de la cuenta de capital. Los techos país y las calificaciones soberanas no se mueven necesariamente en paralelo.
FUNDAMENTOS DEL AUMENTO DE LAS CALIFICACIONES A Caa3
CONTUNDENTE ESTABILIZACIÓN MACROECONÓMICA RESPALDADA POR UN ANCLA FISCAL
Los fundamentos crediticios de Argentina han mejorado durante el último año, como resultado de los ajustes de política efectivos y contundentes que condujeron a la estabilización del entorno macroeconómico.
El gobierno del presidente Javier Milei asumió el cargo el 10 de diciembre de 2023, heredando una inflación desenfrenada, reservas internacionales agotadas e importantes desequilibrios económicos, los cuales llevaron a una probabilidad muy alta de que se produjera un evento crediticio. Se pusieron en marcha un ajuste fiscal decisivo, junto con medidas para detener el financiamiento monetario, que han demostrado ser eficaces para abordar los desequilibrios. Un ajuste fiscal de cinco puntos porcentuales del producto bruto interno (PBI) funcionó como principal ancla política. La drástica mejora de las cuentas fiscales se debió a recortes generalizados del gasto, que implicaron reducciones significativas de la inversión pública, las transferencias a empresas estatales y provincias, y la masa salarial pública. A noviembre de 2024, el gobierno nacional había alcanzado un superávit acumulado del 0,1% del PBI, en comparación con un déficit del 4,4% registrado en noviembre de 2023.
Los sólidos resultados fiscales han llevado a una importante reducción de la carga de la deuda pública, después de que esta aumentara considerablemente en 2023 hasta alcanzar el 156% del PBI. Estimamos que la deuda pública fue del 77% del PBI el año pasado y seguirá disminuyendo hasta acercarse al 50% del PBI en 2026. La asequibilidad de la deuda se ha estabilizado, y proyectamos que la relación intereses/ingresos disminuirá gradualmente al 18,7% en 2026 desde el 20% en 2024. La drástica corrección de las cuentas fiscales afectó gravemente a la actividad económica. Estimamos que el PBI real se contrajo un 3,5% en 2024, pero prevemos un rebote de la economía el año que viene, con un crecimiento de alrededor del 3% en 2025.
El ajuste fiscal le permitió al banco central fortalecer su balance general y adoptar una política monetaria restrictiva que ayudó a reducir la inflación desde niveles muy altos. Tras alcanzar un máximo del 25,5% en diciembre de 2023, la inflación mensual cayó a un solo dígito en marzo de 2024 y se ha desacelerado de forma constante hasta situarse en 2,4% en noviembre de 2024, y proyectamos que la inflación anual será del orden del 40% en 2025.
ESTABILIZACIÓN DE LAS CUENTAS EXTERNAS, QUE REDUCE LA PROBABILIDAD DE UN EVENTO CREDITICIO
El aumento de la liquidez cambiaria y el reequilibrio de la cuenta corriente han aliviado las presiones de liquidez externa. La liquidez externa de Argentina ha aumentado gracias a una amnistía fiscal que ayudó a atraer casi USD20.000 millones (alrededor del 3% del PBI) en activos mantenidos en el extranjero, y se han adoptado medidas para atraer más divisas, lo que les permitirá a las autoridades acumular reservas internacionales de forma gradual.
El cambio contundente en la política fiscal y monetaria, la estabilización de las finanzas externas y la adopción de reformas orientadas al mercado han incrementado la confianza del sector privado local y han reavivado el dinamismo de los mercados crediticios y financieros nacionales. Además, el diferencial del indicador de bonos de mercados emergentes (EMBI, por sus siglas en inglés) del soberano ha caído por debajo de los 600 puntos básicos, lo que aumenta la probabilidad de que el gobierno recupere el acceso a los mercados internacionales, y esto le permitirá aumentar los flujos financieros y diversificar las fuentes de financiamiento.
SIGUEN EXISTIENDO IMPORTANTES RIESGOS DE VULNERABILIDAD EXTERNA
A medida que Argentina pase a la siguiente fase del período de ajuste macroeconómico, que implicará la eliminación de los controles cambiarios y de capital, surgirán nuevos desafíos que podrían comprometer los avances logrados hasta la fecha, incluyendo riesgos en la balanza de pagos a los que las autoridades deberán responder. La complejidad inherente de eliminar estos controles sin avivar los flujos financieros que crearían nuevos desequilibrios, salidas de capital que exacerbarían desequilibrios existentes, o el riesgo de un crecimiento excesivo de las importaciones, podrían poner en peligro la sostenibilidad de la balanza de pagos. Si la confianza interna se torna excesivamente positiva, sobreestimulando la incipiente recuperación económica, la demanda de importaciones podría fortalecerse y aumentar la vulnerabilidad a una crisis económica o política que podría descarrilar el actual ajuste de las cuentas externas del país.
FUNDAMENTOS DE LA PERSPECTIVA POSITIVA
La perspectiva positiva refleja riesgos al alza para las calificaciones, a medida que el gobierno continúa avanzando en su programa de estabilización macroeconómica. La posibilidad de que Argentina entre en un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldaría aún más la posición de liquidez externa del país. Esto ayudaría a afianzar la confianza de los inversores locales y extranjeros, lo que le permitiría al soberano recuperar el acceso a los mercados internacionales y diversificar las fuentes de financiamiento. Una aceleración de los flujos de inversión extranjera relacionados con varios proyectos en el sector energético, que saquen provecho a los vastos recursos naturales de hidrocarburos del país, mejoraría las perspectivas de exportación y crecimiento a mediano plazo de Argentina y fortalecería aún más el perfil crediticio soberano.