El miércoles 18 de enero, Argentina anunció planes para recomprar 1.000 millones de dólares en bonos externos que fueron emitidos en la reestructuración de 2020.
La recompra de deuda externa por parte del Gobierno afecta el bajo nivel de reservas y se realiza en un contexto de escasez de divisas, de acuerdo con un análisis de la calificadora de riesgo Moody’s.
En un informe enviado a sus clientes, Moody’s detalló:
-La recompra afecta principalmente a dos bonos denominados en dólares que vencen en 2029 y 2030, pero con amortizaciones a partir de 2025 y 2024, respectivamente.
-Las autoridades indicaron que la recompra comenzó el miércoles 17 con una compra de 300 millones de dólares a través de compras directas en el mercado en lugar de a través de una oferta pública de adquisición, y que continuaría en los próximos días hasta que se hayan comprado 1.000 millones de dólares.
-Los bonos se están recomprando a niveles distressed y supondrán un pequeño ahorro a medio plazo en el principal que empezará a amortizarse en 2024.
-Sin embargo, la operación se realiza a costa de la escasez de divisas, que está presionando las finanzas exteriores del país.
-Las autoridades no han especificado qué cantidad de los 1.000 millones de dólares se destinará a la compra de cada bono, ni la fecha prevista para el reembolso prevista de cuándo cesará el proceso de recompra.
-Funcionarios del Ministerio de Finanzas mencionaron que los recursos para la recompra proceden de los depósitos en divisas del Tesoro en el Banco Central.
-En un principio, los fondos inicialmente para la importación de gas, pero las expectativas del Gobierno de reducir la factura de importación de energía han liberado los recursos para comprar los títulos de deuda.
-Aunque las reservas internacionales mantenidas en el banco central han aumentado en los últimos meses, alcanzando los 42.800 millones de dólares (aproximadamente el 6,3% del PIB estimado para 2022) a 24 de enero de 2023, si se excluyen las reservas obligatorias de los bancos, las líneas swap con China (A1 estable) y el Banco de Pagos Internacionales, y otros pasivos, las reservas netas son mucho más bajas, de poco más de 6.000 millones de dólares.
-El Gobierno de Argentina ha acordado reforzar esas reservas para cumplir los objetivos de su actual programa de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.
-La acumulación de reservas sigue siendo un reto como consecuencia del debilitamiento de las exportaciones, que ha dado lugar a la introducción de nuevas restricciones cambiarias y a un aumento de los tipos de interés.
-La intención declarada del Gobierno con la recompra era mejorar su perfil de reembolso y retirar deuda con descuento antes de que empiece a amortizarse a la par, impulsando al mismo tiempo el sentimiento del mercado.
-La recompra ha apoyado un aumento del precio de ambos bonos. Es poco probable que la operación apoye el sentimiento de los inversores hasta el punto de que el soberano recupere el acceso al mercado antes de las amortizaciones del principal que comienzan en 2024 y le ayude a evitar otro evento crediticio (es decir, una reestructuración, un canje en dificultades o un impago).
–En enero de 2025, el soberano estará amortizando sus bonos de 2029, 2030 y 2046, lo que aumentará considerablemente sus necesidades de financiación y presionando sus ya ajustadas finanzas exteriores.
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