Las compañías buscan sumarse a las sanciones definidas contra el gobierno de Putin. El sistema financiero ruso quedó desconectado del sistema interbancario SWIFT
Mastercard y Visa han impedido que varias instituciones financieras en Rusia usen sus redes de pago después de que Occidente aplicara al país con sanciones más duras.
El lunes por la noche, Mastercard dijo que continuaría trabajando con los reguladores en los próximos días, aunque no especificó qué firmas han sido restringidas.
“Seguiremos trabajando con los reguladores en los próximos días para dar cumplimiento a medida que evolucionan”, dijo la compañía.
La empresa con sede en Nueva York también se comprometió a contribuir con 2 millones de dólares (1,5 millones de libras esterlinas) para ayuda humanitaria en Ucrania.
Visa también hizo una donación similar y dijo que su prioridad número uno era “garantizar la seguridad de nuestros colegas que se ven directamente afectados”.
En una breve declaración, dijo: “La Fundación Visa proporcionará una subvención de $ 2 millones al Fondo de los Estados Unidos para UNICEF para apoyar la ayuda humanitaria al pueblo de Ucrania.
“Estamos orgullosos de apoyar el valiente trabajo de UNICEF y sus esfuerzos de ayuda humanitaria. Visa también duplicará todas las donaciones de los empleados (hasta $ 1 millón) a los fondos de respuesta de Ucrania de UNICEF y la Cruz Roja.
“Más allá de estos esfuerzos, Visa está tomando medidas inmediatas para garantizar el cumplimiento de las sanciones aplicables y está preparada para cumplir con las sanciones adicionales que puedan implementarse”.
Las sanciones del gobierno requieren que Visa suspenda el acceso a su red para las entidades que figuran como ciudadanos especialmente designados.
Estados Unidos ha agregado varias firmas financieras rusas a la lista, incluido el banco central del país y el segundo prestamista más grande, VTB.
Se produce cuando Rusia continúa luchando con las consecuencias financieras de las sanciones. El rublo cayó a un mínimo histórico frente al dólar el lunes, cayendo un 30% a 120 por dólar, con las autoridades temiendo una corrida bancaria.
