Iván Dalonso, director Comercial de Primary, cuenta el “detrás de escena” de uno de los productos que democratizó el acceso a las inversiones en la Argentina. Cuáles son los próximos pasos.
Las billeteras digitales se han vuelto cada vez más populares en Argentina, ofreciendo a los usuarios una forma conveniente de ahorro y uso del dinero sin tener que llevar efectivo en su bolsillo. Algunas, ofrecen ciertos servicios de valor agregado muy importantes, como por ejemplo la remuneración de saldos, que en un escenario inflacionario como el que nos toca vivir, se torna muy necesario.
Las digital wallets y dicho servicio de remuneración de saldos están regulados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), quien en cuyas circulares y normas establece que las entidades Proveedoras de Servicios de Pago o PSP (figura formal que revisten ante el regulador las billeteras), pueden ofrecer remuneraciones a los saldos de sus clientes, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos, como estar correctamente registradas ante el regulador, cumplir con los límites de exposición al riesgo, etc.
En la actualidad, hay varias billeteras digitales en Argentina que ofrecen remuneración de saldos y la mayoría de ellas lo hace mediante un instrumento denominado Fondo Común de Inversión (FCI) Money Market. El mismo posee un portafolio de inversión constituido principalmente por plazos fijos y otros activos de muy bajo riesgo, lo que lo hace ideal para el usuario “de a pie” no muy acostumbrado a las inversiones.
En síntesis, el circuito funciona así: supongamos que yo soy un fabricante de bicicletas que vendo una bicicleta y cobro la venta vía una de esas billeteras digitales. El dinero que me entra a la billetera digital por esa venta, automáticamente se me va a invertir en un FCI, y mientras lo mantenga en la billetera me va a “pagar” un interés que hoy ronda el 65% anual sobre el importe de la venta. Esa inversión yo puedo “desarmarla” cuando quiera y hacer uso libremente de nuevo de mi dinero. Vale aclarar que esto funciona no sólo para quien “vende y cobra” algo vía la digital wallet, sino para toda persona usuaria de las mismas que deposite pesos en estas aplicaciones de ahorro y pago.
El círculo virtuoso que se produce aquí, a nivel de industrias diversas, es la “interacción” entre distintos protagonistas que en el “detrás de escena” se conectan para que el proceso antes mencionado suceda: la industria de medios de pagos (la billetera digital), el mercado de capitales (la sociedad de bolsa que actúa como distribuidor de FCI, la gestora de fondos que “crea y mantiene funcionando” el FCI, y Argentina Clearing que actúa como registrante de la operación), la industria software (Primary que provee la tecnología de front a todos los protagonistas para que esto suceda y los distintos desarrolladores de software y middlewares para las propias billeteras).
En Primary ya proveemos este servicio a billeteras digitales líderes como Mercado Pago y Ualá, y en 2023 estaremos activando también estos servicios en la billetera digital que provee una telco líder de Latinoamérica, en la billetera de un broker crypto también de alcance regional y en otra billetera líder orientada al comercio mayorista.
A la fecha, ya son más de 10 millones los usuarios de billeteras en Argentina que remuneran sus cuentas vía FCI (tomemos noción lo que eso significa respecto a una población de 50 millones de habitantes) y se han llegado a procesar más de 4.7 millones de operaciones (inversiones en FCI de usuario de billeteras) en un sólo día.
Un claro y palpable ejemplo de finanzas embebidas e inclusión financiera.