En el último día de marzo se triplicó el ingreso de divisas de exportadores, coincidiendo con el inicio de la temporada de cosecha. Pero la inflación acecha.
El dólar parece volver a la calma después de una suba del 10% en marzo. La llegada del segundo trimestre del año, momento de venta de la mayor parte de la cosecha, ayuda a contener las presiones alcistas y permite levantar la cabeza más allá del día a día del mercado cambiario, indicó un informe de Mills Capital Group (MCG).
“De todas formas, la marcha de la inflación que afecta a los precios de todos los bienes y servicios no va a dejar de lado al precio de la divisa estadounidense”, agregó MCG.
El informe mencionó:
-La incertidumbre propia de cada año electoral no va a dejar de aportar volatilidad. Cubrirse en dólares, apostar en pesos, parece la fórmula para el ahorrista local.
-El último día hábil de marzo el flujo diario de dólares de exportadores en el mercado cambiario mayorista se triplicó respecto del ritmo habitual del primer trimestre. Entraron en un sólo día u$s 141 millones de liquidaciones de exportaciones, que sumaron presión por el lado de la oferta para frenar a la divisa. El 1º de abril, los flujos se acercaron más a un nivel normal, pero en el mercado descuentan que estos tres meses serán de abundante oferta de dólares.
-Como agregado a ese flujo de oferta, los operadores esperan con ansias la llegada del 15 de abril, día que en principio está pautado para el inicio de las subastas de dólares surgidos del préstamo del FMI con los que el Tesoro irá cubriendo sus necesidades de financiamiento en pesos. Serían unos u$s 60 millones diarios, alrededor del 10% del volumen de una rueda cambiaria habitual.
-Con todo, el peso tiende a perder valor frente al avance del nivel general de precios y eso debería seguir plasmándose en el precio de la divisa a pesar del flujo extra de oferta. Y las elecciones deberían también sumar volatilidad. Por eso, una cartera balanceada con bonos y letras en dólares, más colocaciones estratégicas a tasa en pesos, títulos ajustados por inflación y acciones de empresas locales es una necesidad para el ahorrista argentino en este año.