El especialista dejó su puesto de gerente general de Nación Servicios, donde había asumido en enero de 2016. A través de un artículo subido a redes sociales, contó cómo vivió esos dos años y medio de gestión. A continuación, el texto completo.
En enero de 2016 renuncié a mi trabajo en el sector privado para sumarme a la gestión pública como Gerente General de Nación Servicios, empresa que entre otras cosas opera la tarjeta SUBE y la billetera móvil PIM.
Fue una decisión difícil con la que me sumé a poner un granito de arena para el país aportando mi tiempo, experiencia y honestidad, y simultáneamente me metí de lleno en una industria que está creciendo aceleradamente y me apasiona, la Fintech.
Habiendo concluido ya mi gestión, de quienes me llevaron y de parte del equipo que me acompañó, me pareció oportuno hacer un balance de estos 3 intensos años con algunas conclusiones que quisiera compartir:
El potencial transformador implementando desde el Estado es inmenso
Emprendimos dentro de una empresa pública! Lanzamos PIM, la primera billetera móvil universal del país, con el objetivo de generar inclusión financiera en sectores no bancarizados o sub-bancarizados y en solo un año alcanzamos la increíble cantidad de 1.400.000 usuarios, 65.000 comercios y un enorme ecosistema.
PIM ya está hoy mejorando la vida de muchísima gente, y lo hicimos a una velocidad que incluso muchas empresas privadas no podrían hacerlo.
La oportunidad de mejora era enorme
Modificando la gestión de compras e implementando licitaciones transparentes generamos ahorros de 400.000.000 de pesos al año!!!
También hicimos una reestructuración organizacional armando un gran equipo y orientando la empresa a resultados, logrando hasta un 75% más de productividad con una nómina 10% menor.
Se puede construir sobre lo que hayan hecho bien los gobiernos pasados sin volver a empezar de cero
La tarjeta SUBE ya era un gran producto, en el que entre otras cosas se trabajó incorporando nuevas formas de carga electrónica y realizando implementaciones de políticas públicas: crecer en el interior del país abriendo casi una ciudad por mes, tarifa integrada RED SUBE, boleto estudiantil.
Podría seguir con muchos más ejemplos y por supuesto que también podría mencionar aspectos no tan positivos del trabajo en el Estado, pero habiendo pasado por el proceso, no tengo dudas que la experiencia es invaluable y altamente recomendable para realizar al menos una vez en la vida.
De vuelta en el sector privado con varios proyectos, y sumamente satisfecho por esta etapa que acabo de pasar, quería terminar agradeciendo a quienes confiaron en mí y a todos quienes desde el sector público y privado nos apoyaron en estos 3 años de gestión. ¡Nos estamos viendo!
