Wall Street reaccionó con cautela tras la decisión del organismo. Jerome Powell dejó la puerta abierta para nuevas subas, a pesar de los datos de desaceleración económica.
Tal como descontaban los inversores, la Reserva Federal de EE. UU. elevó las tasas de interés en 75 puntos básicos por cuarta reunión consecutiva. Al mismo tiempo insinuó un posible ritmo más lento en el futuro, a medida que se vayan conociendo más detalles sobre la evolución de la inflación.
“Al determinar el ritmo de los aumentos futuros en el rango objetivo, el comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación y los desarrollos económicos y financieros”, señaló la declaración de política. Además, agregó que espera que los incrementos de tasa resulten lo “suficientemente restrictivos” para que la inflación vuelva a bajar a su meta del 2%.
Wall Street reaccionó con moderación después de la decisión y la declaración, luego cayeron durante la conferencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell.
El aumento de la tasa lleva la tasa de política del banco central, la tasa de fondos federales, a un nuevo rango de 3,75% a 4%, su nivel más alto desde 2008, desde un rango actual entre 3% y 3,25%.
Cuatro aumentos consecutivos de la tasa de 75 puntos básicos no tienen precedentes desde que la Reserva Federal comenzó a apuntar explícitamente a la tasa de los fondos federales para llevar a cabo la política monetaria a fines de la década de 1980. Esto lleva la tasa a un nivel no visto desde finales de 2007. La votación fue unánime.
En la rueda de prensa, Powell reconoció la desaceleración del crecimiento económico y destacó que el mercado laboral sigue “desequilibrado” mientras que “los últimos datos de inflación han vuelto a ser superiores a lo esperado”. Agregó que “todavía tenemos camino por recorrer” en los aumentos de tarifas.
La Fed aún considera que la inflación es alta debido a los desequilibrios en la oferta y la demanda de la pandemia, los precios más altos de los alimentos y la energía y las presiones de precios más amplias. Los funcionarios consideran que el mercado laboral es fuerte y apuntan a “ganancias sólidas de empleo” y una baja tasa de desempleo.
Al mismo tiempo, el mercado laboral se está enfriando: las ofertas de trabajo cayeron considerablemente en agosto y la tasa de abandonos de empleo tiende a la baja, mientras que se crean menos nuevos puestos de trabajo mensualmente. Los economistas proyectan que el informe laboral del viernes mostrará que se crearon 200.000 nóminas no agrícolas en octubre, un resultado inferior a los 263.000 puestos de trabajo creados en septiembre y al promedio mensual de 420.000 en 2022.