Las compras mensuales actualmente totalizan los US$ 120.000 millones repartidos entre bonos del tesoro y títulos anclados a hipotecas.
La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos reconoció que se analiza una reducción más rápida de la compra de bonos y activos tóxicos, tras conocerse las minutas de la reunión que mantuvo la autoridad monetaria durante julio.
En las actas del encuentro realizado el 27 y el 28 de julio, se señala que la mayoría de los legisladores de la entidad consideraron seriamente comenzar a reducir las compras de bonos de deuda antes de fines de año si la economía estadounidense mantiene el ritmo de expansión esperado, según la agencia Bloomberg.
“Varios participantes comentaron que las condiciones económicas y financieras permitirían garantizar una reducción en los próximos meses”, indican las actas.
Las compras mensuales actualmente totalizan los US$ 120.000 millones repartidos entre bonos del tesoro y títulos anclados a hipotecas.
El actual nivel fue fijado en diciembre de 2020 mientras que las tasas de interés de referencia continúan en cero desde marzo de 2020.
En ese sentido, a pesar de que no hay aún consenso sobre en que momento y con que velocidad reducir las compras, si lo hay en cuanto a mantener la proporción entre ambos tipos de papeles, consignó la agencia de noticias Telam.
Un anuncio acerca del plan de retirada de esta política cuya implementación se profundizó a causa de la pandemia de Coronavirus durante el año pasado, podría darse a conocer el 26 y el 27 de agosto en el encuentro anual de presidentes de bancos centrales que se desarrollará en Jackson Hole, Estado de Wyoming, o en la próxima reunión de la FED del 21 y el 22 de septiembre.
Uno de los motivos aducidos para la reducción de la compra de bonos, es la recuperación de la economía junto al mercado de empleo (la tasa de desempleo cayó a un 5,4% en julio), además de la tendencia inflacionaria de los últimos meses, que superó la meta del 2% anual fijado por la FED.
No obstante, los directivos continúan divididos sobre cuál es el momento más apropiado para dar marcha atrás con esta política monetaria expansiva: algunos de ellos están en desacuerdo con anticipar la reducción para este año y, en cambio, plantean hacerlo “a inicios de 2022”.
Si bien las autoridades indicaron que hubo progreso en el mercado laboral, también mostraron incertidumbre en el frente en cuanto al corto y mediano plazo.
En ese sentido, si bien varios de los representantes de la FED declararon públicamente acerca de la intención de reducir la compra de bonos, otros como el presidente de la Fed de Minneapolis Neel Kashkari y de Boston Eric Rosengren, señalaron que esperan algunas figuras más que confirmen una recuperación robusta del empleo.
“Varios de los participantes enfatizaron que el nivel de empleo aún permanece por debajo de las cifras previas a la pandemia, y que un mercado laboral robusto, apoyado por una continuación de políticas monetarias acomodaticias (de estímulo), permitirán un mayor progreso”, mencionan las minutas y también consignan acerca de la inflación.
“Varios participantes también comentaron que los aumentos de precios están concentrados en un pequeño número de categorías y, por lo tanto, difícilmente cambien lo suficiente las dinámicas inflacionarias”, señala el informe.
Además, desde que se desarrolló la reunión, las perspectivas económicas se deterioraron a partir de la amenaza que presenta la variante Delta de la Covid-19.