La expansión esperada para la Argentina se producirá luego de dos períodos recesivos (-2,6% en 2018 y –2,1 en 2019), y del fuerte descenso en 2020 (-9,9%) por el impacto de la pandemia.
El crecimiento de la economía argentina será este año de 6,4%, un punto y medio más de lo pronosticado en enero y por encima del promedio de suba del producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe, que se situará en 5,2%, estimó hoy el Banco Mundial en su informe Perspectivas Económicas Mundiales.
La expansión esperada para la Argentina se producirá luego de dos períodos recesivos (-2,6% en 2018 y –2,1 en 2019), y del fuerte descenso en 2020 (-9,9%) por el impacto de la pandemia.
Según el Banco Mundial, la recuperación esperada para el país “refleja una amplia capacidad disponible, tras una contracción de tres años que hizo que el PIB real volviera a aproximadamente su nivel de 2009”.
El organismo multilateral subordinó su pronóstico para el conjunto de países regionales a que haya “un avance moderado en la distribución de vacunas en la mayoría de los países, menores restricciones a la circulación, efectos secundarios positivos derivados de las economías avanzadas y un aumento en los precios de los productos básicos”.
Según el BM, la región “continúa severamente afectada por la pandemia de Covid-19, y los casos aumentaron de forma abrupta, tras haberse ralentizado a principios de 2021”.
“Brasil, en especial, se encuentra lidiando con rebrotes de variantes que no sólo han infectado, sino reinfectado, a las personas”, por lo cual se prevé un crecimiento de 4,5% “con la ayuda de una nueva ronda de pagos de emergencia a los hogares y condiciones de crédito interno e internacional benignas”.
La segunda economía de la región, México, “se expandirá un 5% en 2021, ya que se espera que la industria manufacturera y el sector de los servicios se beneficien con un aumento en la demanda de exportaciones vinculadas con el fuerte crecimiento de los Estados Unidos”, indicó el Banco Mundial.
Por otra parte, se anticipa que la economía de Colombia se expandirá 5,9% este año, Chile crecerá 6,1% y Perú un 10,3%, si bien este último pronóstico no considera los resultados de la elección presidencial.
Se espera, por otra parte, que la economía mundial crezca 5,6% este año, es decir, el ritmo post recesión más rápido en 80 años, “en gran parte gracias a los fuertes rebotes de algunas de las principales economías”.
Sin embargo, advirtió el Banco Mundial, “muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo continúan luchando con la pandemia de Covid-19 y sus consecuencias”.
En el caso de la Argentina, el informe proyecta que el crecimiento “se moderará” a 1,7% el año próximo, con lo cual el producto por habitante acumularía un retroceso de 4% en 2019-22, similar al que se registraría en promedio para toda América Latina y el Caribe.
El BM recordó que en la primera mitad del año “las restricciones a la circulación se endurecieron” en países como la Argentina, Barbados, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, “lo que perjudicó la actividad, en especial en el sector de los servicios”.
Además, “la vacunación entre los países es desigual”: mientras en los países desarrollados llega al 36% de la población, en los emergentes no pasa de 6%, aunque en la Argentina la proporción se eleva al 19,5%, puntualizó el informe.
Destacó luego que desde que comenzó el año las condiciones económicas externas mejoraron, mientras el aumento en los precios de los productos básicos “ha fortalecido los ingresos fiscales”.
“Debido a las presiones fiscales y a que se presume que se han logrado avances en la lucha contra la pandemia, el gasto y el alivio tributario relacionados con la Covid-19 se están reduciendo en la mayoría de los países”, consideró el organismo.
Aun así, advirtió, “las consecuencias de la pandemia siguen siendo graves; el empleo no ha regresado a los niveles anteriores a la pandemia; las pérdidas de ingresos han agravado la pobreza y la inseguridad alimentaria en muchos países”.
Según el BM, “cuánto durará la recuperación depende, en gran medida, de que se contenga la pandemia”, mientras las inquietudes acerca de la sostenibilidad fiscal “se han acrecentado porque la deuda pública bruta en la economía media trepó al 64% el último año, y la deuda externa también aumentó”.
De todos modos, concluyó el informe, “podría ocurrir que se superaran las expectativas si se produjeran efectos secundarios positivos mayores que los previstos debido a la fuerte recuperación del crecimiento en los Estados Unidos”.