El organismo participó de una actividad convocada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). La reunión contó con más de 600 inscripciones, entre ellas de asociaciones y cooperativas de los más diversos rubros, servicios, sanidad, proyectos productivos, culturales y gastronómicos.
Con una presencia masiva de cooperativas, entes públicos y universidades de todo el país, se realizó hoy el segundo taller virtual pensado para difundir y crear proyectos concretos de financiamiento a través de la emisión de bonos sociales, dentro del Laboratorio de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La actividad fue convocada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) y contó con más de 600 inscripciones, entre ellas de asociaciones y cooperativas de los más diversos rubros, servicios, sanidad, proyectos productivos, culturales y gastronómicos.
Bajo el coordinación de la directora Mónica Erpen y con la participación y la experiencia de los actores y colaboradores que hicieron posible las primeras emisiones sociales orientados a la economía socio–productiva de Techo y Sumatoria, las exposiciones repasaron los aspectos centrales, desde cero, a considerar para acceder a un financiamiento en el mercado de capitales.
“Estamos tratando entre todos, sector público y privado, de consolidar un mercado de bonos sociales, que quede institucionalizado, claramente como una hoja de ruta, ante la enorme necesidad de financiamiento en la economía social y popular”, dijo Erpen.
A partir de los casos concretos de las ONG Techo y Sumatoria, “lo que necesitamos para escalar es la constitución de un fondo de garantía y compensación de tasas; estamos trabajando en eso con distintos actores del Gobierno y del sector privado”, añadió.
El subsecretario de Servicios Financieros de la Nación, Leandro Toriano, dijo: “El acceso al crédito se constituye como la herramienta de transformaciones del territorio”.
El presidente del INAES, Alexandre Roig, dijo que la “participación enorme (en este taller) es otro indicio de la necesidad de financiamiento para los proyectos productivos con impacto social”.
Por su parte, Paola Bohorquez, de PNUD, afirmó que “el desarrollo se juega en el ámbito territorial y es relevante escuchar sus necesidades reales”. Además afirmó que la iniciativa “está totalmente alineada con los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible” de Naciones Unidas.
Erpen repasó las principales características de las obligaciones negociables y los fideicomisos financiero utilizados en la oferta pública. Luego Juan Manuel Salvatierra, miembro del consejo de Calificación de UNTREF ACR UP, desarrolló los conceptos generales sobre el etiquetado social de emisiones de esa universidad pública.
Por su parte, del INAES, Ariel Geandet, destacó el trabajo de “articular puentes entre el sector público y el privado, y ver cómo utilizamos los fondos disponibles en el ámbito privado para poder apalancar estos actores no convencionales”.
También se expusieron los detalles referentes a los avalistas como partes fundamentales del éxito en estas operaciones, desde la perspectiva de Alejandro Haro, CEO de Comáfi Bursátil, y Vanesa Bucar, gerente de Riesgo de Argenpymes SGR.
Por último, en primera persona, Eric Jaloff, director de Gestión e Información de la asociación civil TECHO, contó su experiencia de acceder a un financiamiento inédito para este sector por 18 millones de pesos en 2021 que financia una planta de construcción de viviendas. “Hay interés de los inversores institucionales en invertir en bonos sociales, anímense”, instó Jaloff a los presentes, en alusión al paradigma internacional de las finanzas encaminado hacia lo sostenible.
El encuentro es el punta pie para la identificación de nuevos casos y abre una nueva mesa de trabajo para la articulación de actores y revisión de dificultades con el objetivo de poder traccionar recursos del mercado de capitales hacia actividades con impacto social.
Con el mismo objetivo, se realizó en diciembre pasado un taller cerrado para las entidades de microcrédito asociadas a la Red Argentina de Instituciones de Microcrédito (RADIM) con 70 inscriptos, de los cuales 11 trabajan en una mesa para replicar la emisión exitosa de Sumatoria.
