En este marco, se pospusieron algunas ventas externas, a la par que se adelantaron algunas compras y stockeo, en pos de aprovechar los efectos de una potencial devaluación.
La balanza comercial con Brasil cerró noviembre con un déficit de USD 275 millones para la Argentina, revirtiendo de esta forma el superávit de USD 160 millones alcanzado en igual mes del año pasado, en un contexto en el que las exportaciones volvieron a caer, al tiempo que crecieron las importaciones.
Así se desprende del reporte mensual del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, que reseñó la consultora Ecolatina, al señalar que en noviembre el retroceso de las exportaciones fue de 22,6% interanual por USD 665 millones, y el avance de las importaciones de 34,7%, por USD 940 millones.
Para la consultora, “contrariamente a lo que podría pensarse, este desempeño no se explicó por un crecimiento de la economía argentina o un deterioro de la brasileña, sino por la evolución del mercado cambiario” en nuestro país.
Aunque la brecha cambiaria retrocedió levemente durante el mes pasado, “permaneció en niveles muy altos, alentando las expectativas de devaluación vis a vis la compra de bienes importados como una manera indirecta de acceder a dólares oficiales”, planteó Ecolatina.
En este marco, se pospusieron algunas ventas externas, a la par que se adelantaron algunas compras y stockeo, en pos de aprovechar los efectos de una potencial devaluación.
De esta forma, noviembre fue el tercer mes consecutivo en el que las importaciones crecieron en la comparación interanual, aun cuando la mayoría de las actividades industriales continúan operando por debajo de 2019.
En sentido opuesto, se agravó la caída de las exportaciones en relación con septiembre y octubre (-14% interanual en el acumulado del bimestre), a pesar de que la economía brasileña siguió recuperándose luego del pico de casos de coronavirus.
Al comparar con el resto de las importaciones de la primera economía del Mercosur, sobresale que éstas cayeron solo 1,3% en noviembre, reflejando que el desplome a dos dígitos fue más la excepción argentina que la regla general.
En este sentido, resalta que entre enero y agosto el resultado del comercial bilateral acumuló un déficit de US$ 275 millones contra un superávit de US$ 160 millones en igual período del año pasado, que saltó a US$ -400 millones en los últimos tres meses versus un saldo positivo de USD +400 millones entre septiembre y noviembre del 2019.
Se verifica entonces cómo “la disparada de la brecha complicó el resultado con el principal socio comercial, reforzando los problemas iniciales de oferta de divisas en el mercado oficial”.
Con estos números, los analistas de Ecolatina proyectaron un déficit cercano a US$ 800 millones en el acumulado anual.
“Aún cuando este resultado revierta el superávit de USD 750 millones alcanzado en 2019, las principales preocupaciones estarán puestas hacia adelante. De cara al 2021, el deterioro acelerado del resultado comercial podría sumar problemas cambiarios en el verano que está llegando”, anticipó el informe.