Solicitó a los Gobiernos que continúen con los programas de apoyo.
La titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, afirmó hoy que existe “un alto grado de incertidumbre” sobre las perspectivas de crecimiento de la economía mundial, en medio de la segunda ola de coronavirus que se verifica en el hemisferio norte.
“Es muy importante reconocer el alto grado de incertidumbre en que operamos”, dijo Georgieva en una conferencia de prensa virtual, junto a la ministra sueca de Finanzas, Magdalena Andersson, con motivo del inicio del mandato de esta última como presidenta del Comité Internacional Monetario y Financiero, que asesora sobre políticas a la junta de gobernadores del FMI.
En ese marco, solicitó a los Gobiernos que continúen con los programas de apoyo.
“Estamos en un momento en que con las vacunas nos estamos moviendo hacia la aplicación de vacunaciones masivas, pero todavía no está hecho, y por esa razón recomendamos fuertemente a los Gobiernos que calibren el apoyo, dependiendo del progreso que hagamos para salir de la crisis sanitaria. Es determinante no retirarlo demasiado temprano y calibrarlo en términos de tamaño, conforme vamos avanzando”, repitió la titular del FMI, en línea con declaraciones formuladas la semana pasada.
“No podemos permitirnos retirar el apoyo prematuramente hasta que no veamos la crisis sanitaria desde el espejo retrovisor -indicó-. es importante que los Gobiernos dentro de su espacio fiscal, dentro de su capacidad, y por supuesto, reflejando las necesidades de sus economías estén ahí para garantizar que podemos sortear la crisis sanitaria hacia la recuperación” se explayó la líder del Fondo.
Asimismo, consideró que una nueva asignación de la propia moneda del FMI, Derechos Especiales de Giro (DEG), daría a los países más espacio fiscal para abordar crisis de salud y acelerar los movimientos hacia un entorno digital y verde economía.
Donald Trump, el presidente saliente de Estados Unidos, el mayor accionista del FMI, bloqueó tal movimiento, con el agumento de que proporcionaría más recursos a los países más ricos, ya que la asignación sería proporcional a su participación accionaria.
Por su parte, Magdalena Andersson, ministra de Finanzas sueca, afirmó que era clara la necesidad de liquidez y que ella consultaría con los miembros países sobre opciones para ampliar dicha liquidez.
Georgieva dijo que el FMI había aumentado rápidamente la concesión financiación a economías de mercados emergentes y en desarrollo, incluso mediante la donación de unos 20.000 millones de dólares en DEG. Eso seguiría desempeñando un papel importante, pero se necesitan más pasos, afirmó.