La compañía, que resultó de la fusión de la mexicana Kavac con la argentina Checkars, se define como un “ecosistema de soluciones” para el cliente.
La empresa Kavak, enfocada en la compra, acondicionamiento y venta de automotores, obtuvo US$ 700 millones en la última ronda de inversores y anunció hoy que su valuación alcanzó los US$ 9.000 millones, más del doble de lo que valía cuatro meses atrás.
“Al cierre de la ronda de inversión, ingresaron US$700 millones, lo que nos convierte en la segunda empresa tecnológica mejor valuada de la región”, indicó a la agencia de noticias Telam el CEO de Kavak Argentina, Jaime Macaya.
La compañía, que resultó de la fusión de la mexicana Kavac con la argentina Checkars, se define como un “ecosistema de soluciones” para el cliente.
Sobre las inversiones previstas, Macaya explicó que “hoy tenemos el 1% de cuota en los mercados donde jugamos, así que tenemos mucho espacio para crecer”, además de la intención de “expandirnos internacionalmente”.
A diferencia de una concesionaria tradicional, añadió, “compramos autos, los reacondicionamos, financiamos y trabajamos mucho el servicio post venta y mantenimiento preventivo”, resumió el empresario.
“Si bien la empresa no llega aún a su punto de equilibrio económico, en cada una de nuestras unidades hay rentabilidad”, dijo Macaya, para agregar que “las rondas de capital son para crecer cada vez más: nuestra meta está en llegar a más usuarios en más regiones”.
El directivo señaló que “no está prevista” una eventual salida al mercado bursátil, aún cuando “tenemos una compañía que puede hacerlo; estamos preparados financieramente para hacerlo”.
Macaya resaltó que, sólo en la Argentina, el año pasado la empresa verificó un crecimiento del 1.000%, mientras ya emplea en el país a 600 trabajadores, de los 4.000 que tiene en la región
La nómina local se concentra principalmente en el equipo de tecnología, que es global y opera en Buenos Aires, y en la planta de reacondicionamiento de automóviles instalada en el partido bonaerense de Tigre.
La previsión de la firma es cerrar el año con 1.000 empleados en la Argentina, y sumaría otros 500 en Brasil.
“Es un negocio que genera empleo y una compañía tecnológica rara porque tenemos mucha operación física”, señaló Macaya en referencia a la red de puntos donde los compradores y vendedores pueden ver las unidades y a la fábrica de Tigre.
A su juicio, la pandemia fue un “acelerador” del negocio, tanto por la necesidad de las familias de hacerse de movilidad propia, como por el despegue del comercio electrónico.
La previsión de Macaya, es que la venta de autos usados “mantendrá los volúmenes” este año “como sucedió en 2020, mientras que la venta de cero kilómetro cayó”.
El empresario consideró que el desafío local es “encontrarle la vuelta a la financiación, para crecer en penetración de mercado” y sugirió que se pueden “armar un producto indexado por inflación”, aunque reconoció que “el usuario tiene miedo”.