Inversores tendrán la mira puesta en el Supermiércoles: el 14 se conoce la inflación de Estados Unidos y de la Argentina

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La evolución del índice de precios norteamericano es clave para definir la primera baja de tasas por parte de la Fed en septiembre, que podría llegar a 50 puntos básicos. En el mercado local la duda es si el índice dará menos de 4% en julio

Luego de varias jornadas de altísima volatilidad, empezando con una caída récord de la Bolsa de Tokio para luego rebotar con fuerza, esta semana también promete traer muchas novedades para el mercado. Los inversores enfrentarán un verdadero Supermiércoles, que incluye la divulgación del dato de inflación de julio en Estados Unidos, mientras que pocos minutos más tarde se conocerá el índice en la Argentina.

Por supuesto que los mercados del mundo miran con mucha atención especialmente lo que ocurra en el mercado americano. La expectativa de los analistas es que la inflación minorista se ubique en 0,2%, lo que supondría un leve repunte respecto al mes anterior (en junio dio 0%), pero una caída interanual.

A pesar de este salto, bancos y brokers consideran un hecho que la Reserva Federal arrancará en septiembre con la disminución de la tasa de interés. Los últimos sondeos revelan que la mitad de los analistas considera que la baja podría ser de 50 puntos básicos. Posiblemente el dato del miércoles termine de inclinar la balanza hacia una disminución de 25 ó de 50 puntos básicos.

Además, hay expectativa de nuevas disminuciones hasta fin de año. La reducción de tasas obedece a dos factores: hay certeza de una reducción de la inflación en Estados Unidos, que lentamente se acerca a niveles de 2% anual aunque recién ahora estaría perforando el 3%.

Por otra parte surgieron temores de que la economía caiga en recesión en caso de mantenerse por mucho tiempo estos niveles de tasas muy altas en términos reales. Actualmente, la FED paga 5,25% anual por colocaciones de corto plazo, cuando la inflación ya está abajo del 3%. Se estima que podría terminar el año en niveles de 4,25%, o sea un punto por debajo del nivel actual.

Para el mercado resulta un dato clave, ya que menores tasas en Estados Unidos podrían alentar las inversiones en deuda emergente, que ofrece tasas más altas. También los bonos argentinos podrían beneficiarse en caso que se gatille mayor demanda por activos de riesgo.

En cuanto a la inflación de la Argentina, la gran incógnita es si finalmente se ubicará por debajo del 4% en julio. El dato de la ciudad de Buenos Aires despertó dudas al arrojar 5,1% pero muy concentrada en aumentos de servicios, con mucha influencia además del efecto de las vacaciones de invierno. En cambio, la suba de alimentos fue de 3,8%, mucho menos que el promedio.

El Gobierno se encuentra muy concentrado en bajar el índice de inflación, como una muestra del éxito de su plan para contener la emisión monetaria. Sin embargo, luce difícil que se pueda cumplir con el pronóstico del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien consideró que el índice podría bajar a menos del 1% en septiembre.

 

 

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