Se espera que la FED, el BCE y el Banco Central del Brasil (BCB), entre otros organismos, ajusten sus tasas de interés en una menor proporción de la que venían haciendo el año pasado.
Los mercados financieros aguardan expectantes que hoy los principales bancos centrales del mundo -la Reserva Federal de EEUU (FED) y el Banco Central Europeo (BCE), entre otros, definan un nuevo rango de tasas de interés tras sus primeras reuniones del año.
A lo que se sumará también la decisión que podría tomar la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) sobre los niveles de bombeo de crudo, justo cuando entran en vigencia las sanciones a Rusia, consignó la agencia de noticias Telam.
En todo el mundo, los inversores y los operadores bursátiles esperan que los nuevos niveles de tasas de interés tengan un impacto moderado sobre las economías y que permitan evitar un nuevo ciclo recesivo.
El “supermiércoles” llega en momentos en que la inflación parece ceder un poco en las economías más avanzadas del planeta.
En ese marco se espera que la FED, el BCE y el Banco Central del Brasil (BCB), entre otros organismos, ajusten sus tasas de interés en una menor proporción de la que venían haciendo el año pasado.
Según los analistas, los funcionarios de la FED apuntan a morigerar los ajustes de tasas y subir solo 25 puntos básicos, en su reunión de mañana, en Washington, para, de esa manera, tomarse tiempo y observar como evolucionan los precios en el primer trimestre del año, antes de proseguir con su tradicional política monetaria agresiva para enfriar la inflación.
La FED se comprometió a moderar las subas cuando la tasa de referencia alcanzara un rango de 5% anual. Sin embargo, la gran mayoría de los analistas e inversores de Wall Street apuesta a que el organismo pondrá un freno mañana, aunque una minoría de opiniones se inclina porque el banco central mantendrá un ajuste de 50 puntos básicos.
Los funcionarios de la FED coincidieron en las últimas semanas que los datos de inflación de octubre, noviembre y diciembre, que mostraron disminuciones constantes en los aumentos de precios, eran buenas noticias, pero aún necesitaban ver más.
El gobernador de la FED, Christopher Waller, señaló que “la duda del directorio es si se debe hacer una pausa después de tres meses de datos o una pausa después de seis meses de datos. Desde el punto de vista de la gestión de riesgos, necesito seis meses de datos, no solo tres”.
El índice de gastos de consumo personal aumentó 2,2% en los últimos tres meses del año pasado en una base anualizada, y 3,7% en el último semestre, lo que significó una desaceleración de su ritmo de 4,4% en los últimos 12 meses, según un informe oficial.
La vicepresidente de la FED, Lael Brainard, coincidió con Waller y si estas tendencias continúan durante tres meses más, los directores podrían haber visto lo suficiente como para estar seguros de hacer una pausa en su reunión del 2 al 3 de mayo, cuando tendrán datos de enero, febrero y marzo.
Un informe mostró que el índice de costos del empleo de EEUU, un indicador amplio de salarios y beneficios, aumentó 1% en el cuarto trimestre, un ritmo más lento de lo que los economistas habían pronosticado.
Pero no todo es precios. La FED cuenta con un obstáculo importante y es la fortaleza del mercado laboral. En los Estados Unidos, existen unos 10 millones de puestos de trabajo vacantes y los salarios se mantienen en niveles muy atractivos, lo cual lleva a los directores del organismo a dudar de un ajuste de tasa de sólo 25 puntos básicos.
Una medida más aproximada del mercado laboral llegará el viernes cuando el mercado obtenga el informe mensual de nóminas de la Oficina de Estadísticas Laborales.
En tanto, el BCE comunicará el jueves su decisión de ajuste de su tasa de referencia, aunque todo parece indicar que el aumento será de 50 puntos básicos, dado que la inflación no bajó en la misma proporción que en los Estados Unidos, y sólo descendió por una caída de los precios de la energía.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, parece no tener tanto margen de maniobra con sus pares norteamericanos y sólo deberá mantener la firmeza en los ajustes para poder enfriar la inflación en la zona Euro que muestra comportamientos dispares.
Este ajuste situará la tasa de interés que remunera la liquidez bancaria hasta 2,5% y la tasa de las operaciones de refinanciación a corto plazo hasta el 3%, el nivel más alto desde noviembre de 2008 y la razón para una suba de tasas de 50 puntos básicos es que el ajuste del BCE está lejos de haber terminado, en su intento de bajar la inflación.
En esa disparidad, hay funcionarios del BCE que se inclinan por mantener ajustes severos hacia mediano plazo, y otros que optan por limitar esas subas no más allá del primer trimestre.
También mañana el Banco Central del Brasil (BCB) deberá decidir si mantiene los actuales niveles de tasas súper positivas en el 13,75% anual, en su primera reunión de directorio tras la asunción del flamante presidente Luiz Inácio Da Silva.
El BCB decidió dar soporte a una política de tasas agresiva y mantener una amplia diferencia respecto de la inflación que se ubicó en el 5,9% anual.
Sin embargo, no son pocos los que anticipan que el BCB comenzará a disminuir la tasa de interés para dar oxígeno a la economía y dinamizar la actividad económica.
Finalmente, los inversores del mundo estarán atentos a la decisión que tome la OPEP+ a la hora de fijar sus nuevos niveles de producción, para los próximos meses.
En el cartel petrolero, se ha definido que a pesar de la menor producción en enero, se mantengan los actuales niveles de bombeo ya que permiten ubicar el precio del barril en torno de los 80 dólares, un nivel de precios aceptable.
En terreno de hipótesis, la OPEP+ deberá tomar nuevas decisiones ya que el domingo entran en vigencia las sanciones dispuestas por el Grupo de los 7 (G-7) y otros países, contra las exportaciones de crudo y derivados rusos, como consecuencia de un paquete de medidas destinados a penalizar a Moscú, luego de la invasión de Rusia sobre Ucrania que ya cumple casi un año.