Lo definió ayer el Banco Central. Implica un importante cambio para el sector, que deberá adaptarse a los nuevos límites impuestos por la nueva conducción del Banco Central.
El directorio del Banco Central tomó ayer dos medidas que tienen un fuerte impacto en la actividad de las fintech. Por un lado, impuso nuevos límites a las tasas que se pueden cobrar en el caso de las tarjetas extrabancarias. Y además prohibió efectuar débitos en cuenta para cobrar la cuota de los préstamos, lo que obliga a cambiar radicalmente el proceso de cobranza como funcionaba hasta ahora.
Según se comunicó ayer, el Central dejó sin efecto decisiones de la gestión anterior que modificaban la base de cálculo de la tasa para las tarjetas de crédito no bancarias y la elevaban considerablemente. “A partir de ahora, la tasa de interés de estas tarjetas no podrán superar el 25% del promedio de la tasa de créditos personales de las entidades financieras”. Se trata de una fuerte restricción que complica a muchas entidades que venían desarrollando el negocio de tarjetas como vehículo para financiar a población sub bancarizada.
Pero la decisión que genera un mayor impacto es la de impedirle a las compañías crediticias que debiten directamente de las cuentas de sus clientes para cobrar las cuotas mensuales. Esto implica un cambio radical en la manera que se manejan las fintech, que otorgan crédito digitales, para cobrarle a sus clientes. Ahora deberán pedir autorización explícita cada vez que se quieren efectuar un débito, algo que podría volverse muy engorroso.
Por supuesto que sigue vigente la “ventanilla” de pago voluntario para los tomadores de crédito, pero hasta ahora era una opción poco explorada.