Un retiro total de la línea de crédito habilitada por el FMI no resulta suficiente para saldar los pagos de intereses y capital presupuestados, consignó un infome de Delphos Investment. Los detalles.
El cambio sustancial en las condiciones macroeconómicas materializado en las perspectivas negativas de crecimiento e inflación, así como en el desempeño de los mercados cambiario y de capitales, ha afectado significativamente el acceso del Gobierno a la refinanciación de su deuda, consignó en un informe la consultora Delphos Investment.
Esto supone evaluar minuciosamente la estructura de los títulos emitidos por el Gobierno, de manera tal de cuantificar el monto capaz de saldar las necesidades de financiamiento, agregó.
A continuación, los detalles del análisis minucioso de Delphos:
-Bajo la evaluación de dos escenarios alternativos –diferenciados por la capacidad de la Administración Central de rollear la deuda vigente contra el sector privado-, el Gobierno deberá acudir a los mercados de crédito para recolectar un monto que oscila entre los 20.400 y los 25.200 millones de dólares.
-Así, un retiro total de la línea de crédito habilitada por el FMI, no resulta suficiente para saldar los pagos de intereses y capital presupuestados. La turbulencia macroeconómica sufrida en lo acontecido del 2018 encuentra al gobierno actual como uno de sus principales causales.
-La expectativa generada a fines de 2015 y convalidada durante los años 2016 y 2017 en términos de una corrección del rumbo económico y político hacia un foco más market-friendly y respetuoso de los roles institucionales fue, en su momento, descontada en el mercado.
-De tal manera, menores tasas requeridas de rendimientos al momento del financiamiento de un déficit público supuestamente decreciente y la apuesta a un sendero de crecimiento sostenido y una inflación controlada generaron una luna de miel entre mercados financieros y gobierno que se prolongó hasta los primeros meses del presente año.
-Sin embargo, ninguna característica de dicha descripción se ajusta al panorama proyectado hoy en día respecto del escenario económico en el corto plazo. Corrida cambiaria y ajuste fiscal forzado por el FMI de por medio, el relevamiento de opiniones a analistas de mercado indican una expectativa de contracción de la actividad económica y una inflación que roza el 32% interanual a diciembre.
-En este escenario, donde los mercados recelan de la capacidad gubernamental en términos de su poder correctivo del sendero macro, el acceso al financiamiento se ha vuelo una variable esencial para un problema no tenido en cuenta sólo pocos meses atrás: la sostenibilidad de la deuda.
-Un análisis detallado de la composición de la deuda soberana en términos de tenedores de la misma evidencia la preponderancia que tiene el mismo sector público como agente que fondea las necesidades de la Administración Central: representa el 55% de los vencimientos de capital esperados –sin considerar Letes ni Repos- hasta fines de 2019.
-Sin embargo, esto no opaca una fuerte necesidad de tenencia privada, que ronda el 35% de dicho monto. En términos de intereses, su distribución entre ambos tipo de tenedores resulta más pareja.
-En términos de las necesidades de financiamiento consideradas en el presupuesto de Hacienda, adquiere relevancia la posición privada materializada en los contratos repos con bancos privados.
-De manera tal, y consolidando estos saldos, los pagos de principal ascenderían a 4.900 y 10.500 millones USD en lo que resta de 2018 y 2019, respectivamente.
-Sin embargo, este cálculo se deriva de un supuesto fuerte dada la coyuntura del mercado local: que el Gobierno será capaz de rollear en su totalidad los vencimientos de las Letras del Tesoro.
-El monto de estos títulos, que alcanza un stock de 18.000 millones USD, adquiere trascendencia lógica no sólo debido a su volumen sino también a la madurez tan corta de los mismos.
-El riesgo cambiario tampoco es una variable ajena al análisis de solvencia. Atendiendo a la composición de la deuda de los tenedores privados por denominación de cada instrumento emitido, es posible apreciar la severa exposición soberana a fluctuaciones de corto plazo en el tipo de cambio: los títulos en moneda extranjera alcanzan el 72% de los vencimientos de capital privados y el 78% de las erogaciones de intereses en el horizonte de diciembre de 2019 sin considerar el monto de Letes.
-Si bien es presumible una mayor capacidad de rolleo de la deuda en manos de organismos multilaterales y del sector público, dicha exposición al riesgo cambiario es similar a la del sector privado.
-Dadas estas consideraciones sobre la composición de la deuda, y en concordancia con el esquema de necesidades y fuentes de financiamiento presentado por el Ministerio de Hacienda luego del acuerdo con el FMI, se contempla una necesidad de financiamiento de 49.800 millones USD entre lo correspondiente al déficit primario, las erogaciones en concepto de interés, y la cancelación del principal de los títulos en manos del sector privado.
-Por el lado de las fuentes de financiamiento, el esquema se ajusta al escenario adverso evaluado por los analistas del FMI: incluso bajo el retiro de más de 25 mil millones USD contempladas en la línea de crédito del Fondo, el Gobierno deberá financiar otros 20.400 millones USD en el mercado para saldar sus necesidades financieras hasta fines de 2019.
-El panorama es aún más delicado si se asume un rolleo parcial de las Letras del Tesoro. La suposición de que Hacienda podrá refinanciar en torno a un 80% de los vencimientos programados de estos títulos adiciona un monto de 4.700 millones USD a las necesidades de financiamiento esperadas durante la Administración actual, ascendiendo a un total de 25.200 millones USD el monto que presumiblemente deberá captarse de los mercados de crédito bajo la forma de contratos de Repo y emisión de títulos públicos.