El CEO de la compañía de crédito al consumo apostó por el modelo 100% digital. “Tenemos una estructura ágil que nos permitió adaptarnos más rápido que los jugadores tradicionales”, asegura.
La caída del crédito al consumo fue una de las consecuencias más notorias de la crisis económica que atraviesa la Argentina desde abril de 2018. Este año se produjo un verdadero derrumbe en las líneas bancarias, pero también achicaron notoriamente sus carteras el resto de los jugadores: desde las tarjetas regionales hasta las compañías especializadas a préstamos a sola firma y sin garantía.
Este contexto representa una verdadera prueba de fuego para las fintech, especialmente para aquellas que se dedican al crédito digital. El sector tuvo un verdadero boom en los últimos cinco años, atendiendo a una clientela poco atendida por los bancos. Claro que la gran expansión que venían teniendo hasta el año pasado se frenó en 2019, ante la caída del salario real y la necesidad de volver más estrictos los scoring crediticios.
Ezequiel Weisstaub, CEO de Credicuotas, comentó a Road Show que “las frecuentes crisis en Argentina ratifican que la flexibilidad de los modelos fintech permiten atravesarlas exitosamente este tipo de turbulencias”.
La compañía tiene dos modelos de originación de crédito: su fuerte es el mercado de compradores de motos, que solicitan crédito en las concesionarias, pero también venía creciendo en financiamiento directo on line. La reducción del otorgamiento en el caso de Credicuotas fue drástico: 75% abajo respecto a noviembre del año pasado. “El salario promedio cayó 25% pero en los sectores de bajos ingresos es aún peor, por lo que hace falta tomar medidas preventivas para que no se dispare la mora”.
En la entrevista con Road Show, Weisstaub comentó cuál es la situación que atraviesa el negocio del crédito al consumo en la Argentina y cómo se posiciona el negocio fintech:
-¿Cómo describe lo que sucedió con el mercado de financiamiento al consumo este año?
– Fueron varios fenómenos simultáneos. Cayó la demanda de préstamos en compañías dedicadas al negocio. También aumentó la morosidad por el deterioro del salario real y cayó la liquidez de los proveedores de fondeo (como bancos o mercado de capitales). Se vieron muy afectadas las empresas con amplias redes de sucursales, debido a los elevados gastos fijos.
-¿Cómo afectó esto al resultado de las compañías?
– Todas estas variables impactan en los balances de nuestras entidades.Hubo una erosión de los márgenes financieros, aumentaron los cargos por incobrabilidad y los gastos fijos pasaron a tener mayor relevancia. Muchas compañías tradicionales perdieron flexibilidad ante la gran cantidad de empleados y de sucursales, además el aumento significativo del costo de fondeo. No pudieron adaptarse tan rápido al cambio de contexto. Gran cantidad de empresas de consumo han tenido que tomar medidas drásticas, desde la convocatoria de acreedores, hasta reducción de sucursales y de personal. También aportes de capital de los accionistas ante pérdidas recurrentes.
-¿Ahí es donde se hacen más fuerte las fintech?
-Hemos demostrado que tenemos la capacidad de incrementar o disminuir rápidamente la originacion de créditos con estructuras mínimas, proveyéndonos la flexibilidad que requiere mercados volátiles como el nuestro. Claramente el mercado de crédito consumo ha ratificado que requiere tener la flexibilidad necesaria para poder trasladar a mayores tasas activas rápidamente ante cambios abruptos de costo y/o falta de fondeo como ha sucedido durante el 2018/9 en nuestro país.