Desde aceleradoras hasta consultoras especializadas, son cada vez más los especialistas que ayudan a armar un plan de negocios a compañías financieras que buscan acelerar el uso de la tecnología en sus operaciones. On boarding digital, ciberseguridad e inteligencia artificial son los principales requerimientos.
El crecimiento de las fintech ya es una realidad: pagos online, inteligencia artificial, sistemas biométricos y otras tecnologías ya conviven con el mundo financiero.
Si bien la banca aún mira con algo de desconfianza, sabe que más tarde o más temprano las fintech –empresas que ofrecen productos financieros basadas en uso intensivo de tecnología– transformarán el modelo tradicional tal como lo conocemos. Por eso está empezando a buscar servicios de empresas especializadas en startups fintech, para poder integrar este mundo a sus negocios e incorporar sus ventajas competitivas.
Ante este panorama, estas consultoras de servicios de startup buscan llevar su idea al consumidor de un modo más accesible y las empresas financieras se han transformado en sus mayores consumidores para buscar soluciones de inversión, a través de aceleradoras especializadas que les aporten la dimensión suficiente.
¿Qué es una aceleradora?
Podría definirse como un proyecto de desarrollo empresarial intensivo que apoya a innovadores y los ayuda a convertir sus ideas en negocios de éxito o a integrar sus soluciones revolucionarias a una empresa. El apoyo normalmente viene en forma de tutoría, espacio físico y algo de capital inicial y es cada vez más constante el surgimiento de nuevas aceleradoras colaborativas.
El escenario de la industria de servicios financieros no para de modificarse: a las tecnologías emergentes como analytics de avanzada, inteligencia artificial, tecnologías cognitivas, Internet de las cosas y blockchain que aportan nuevos modelos de trabajo, se suma la creciente importancia de la experiencia del consumidor, que impone estándares cada vez más altos en lo referente a procesos más ágiles y delivery de servicios al cliente.
En este escenario, las fintech y el surgimiento de la banca digital son nuevos desafíos en la Argentina, tanto para las entidades como para el regulador.
La influencia del segmento fintech en el mercado financiero global ha crecido de manera sustancial. Las instituciones financieras están aceptando que el negocio tradicional enfrenta nuevos desafíos. En la Argentina, la mitad de las organizaciones del sector financiero ya están asociadas a un desarrollo tecnológico fintech, y este porcentaje crece entre las que esperan estarlo en los próximos tres años.
Según un estudio de PWC, el 89% de los encuestados en la Argentina cree que algún porcentaje de su negocio podría ser captado por empresas fintech en los próximos cinco años; entre ellos, 3 de cada 10 consideran que podrían perder entre el 21 y el 40% de sus ingresos.
Tales datos confirman que la oferta fintech dista mucho de ser una tendencia pasajera: el total de los encuestados en la Argentina anticipó que en los próximos cinco años no habrá sector de la industria financiera que escape a su influjo innovador, en especial la banca de consumo (82%), pero también las transferencias de fondos y pagos (50%) y la banca comercial (46%) ─sector que incluye a pequeñas y medianas empresas─.
Según los ejecutivos entrevistados en la Argentina, sus clientes ya están operando con empresas fintech para determinadas actividades, entre las que destacan pagos (83%), pero también préstamos personales (66%), finanzas personales (63%) y transferencias de fondos (57%).
La mitad de las organizaciones consultadas en la Argentina está asociada con una empresa fintech. Asimismo, el 39% está monitoreando las nuevas alternativas para responder de manera competitiva y un 22% compra servicios de empresas fintech para mejorar los propios.
Ante este panorama, la pregunta obligada es: ¿cómo se transforma una compañía en fintech?
“Todos los días, miles de personas en distintos puntos del país buscan préstamos que se puedan obtener de manera ágil y sencilla, sin tener que pasar por locales donde deben esperar a ser atendidos, presentar documentación impresa, y nuevamente disponer de tiempo extra para que alguien les responda si califican o no y así lograr disponer del dinero. El objetivo en nuestra empresa es ofrecer a las financieras subirse a esta innovación digital para lograr que la experiencia de obtener un préstamo se transforme en algo positivo para sus clientes lo antes posible”, cuenta Horacio Lampe, fundador de ActionFintech.
En la Argentina hay una gran cantidad de personas que no están bancarizadas, entonces es vital trabajar en la integración de conceptos y ampliar la colaboración entre bancos, bureaus financieros, empresas integradoras, programadores, en un sistema como la nube.
La ventaja de la plataforma que desarrolla Action Fintech es que el motor de decisiones trabaja sobre inteligencia artificial y a través de Big Data puede realizar consultas a los bureaus (oficinas de verificación de crédito), al BCRA y al RENAPER.
La empresa se basa en cuatro pilares tecnológicos para desarrollar sus plataformas: Diseño UX, API (siglas en inglés de interfaz de programación de aplicaciones), Inteligencia artificial y Escalabilidad, confiabilidad y rendimiento.
“Desde hace unos años venimos observando el enorme impacto que el uso de AI (Inteligencia Artificial) y big data traería a las industrias en general. Sin embargo, encontramos que el blockchain venía a modificar todo lo imaginado hasta el momento. Esta triada AI, big data y blockchain inevitablemente iba a transformar el modo de vincularse con el dinero. Por eso, viendo nuestra experiencia en programación y las experiencias de usuario basadas en la nube, decidimos inclinarnos por el negocio de las financieras. Y es así que comenzamos nuestro trabajo con nuevos clientes. El proceso de cambio cultural en cuanto al manejo de dinero ha sido rotundo. Hoy en día ya estamos asistiendo a un uso creciente de monederos virtuales, entrega de préstamos online y, lo que es mucho más atractivo, el debate acerca de qué es necesario modificar en nuestra legislación, en nuestros sistemas, para que la tecnología logre ser el centro de la promoción de la inclusión financiera en nuestro país y América Latina”, agrega Lampe.
Avanzar hacia una administración de una financiera con una plataforma totalmente online implica la gran oportunidad de incorporar a los no bancarizados, ofrecer productos uno a uno, con el creciente beneficio de bajar los costos operativos, de intermediación y comisiones, de obtener escalabilidad por la oferta a nivel nacional de productos, obteniendo nuevas ventas por incorporación de nuevos clientes, y, a la vez, asegurando un proceso de autenticación de datos, scoring y validación a través de sistemas ideados para evitar fraudes, gracias a la total conexión a diversos bureaus. Un panorama alentador para las financieras tradicionales que ahora se transformarán en fintech.
Otra de las compañías Argentinas que trabajan en esta transformación es Flexibility+Ideas. A través de metodologías ágiles (scrum), de la técnica de backcasting y de la construcción de RoadMaps, proyectan un producto digital (como una billetera virtual) en la calle en tres meses y trabajan con entregas parciales en la creación de ese producto y su conexión con el mercado.
“Claramente nuestro objetivo es tratar de ver cómo a través de las entidades financieras podemos lograr la evolución de nuestra organización, porque no creemos internamente que las fintech deban competir con los bancos, así que las entidades son nuestros clientes”, asegura Manuel Picallo, CMO & cofundador de la empresa.
Flexibility tiene entre sus objetivos ser la fintech que pueda asociarse con bancos para poder acelerar todos sus procesos de digitalización y buscar asociaciones con las entidades que quieran tenerlos como desarrolladores de su esquema de banca digital y open API.
Para lograr esto, ofrece una alternativa de solución para la construcción de productos digitales contemplando las piezas actuales de los core bancarios de las empresas. Se implementa desde su infraestructura tecnológica actual y a través de su producto +lastmilebanking, una plataforma que resuelve problemas de conectividad e integración con el resto del mercado financiero y permite a las organizaciones incorporar productos digitales a su estructura actual de canales.
“El problema que tienen los bancos y las fintech es que cuando piensan en pasar a servicio digital, lo que hacen es estimar todo, hacen forecasting, piensan en cómo se arma un banco digital y tratan de mover toda su estructura, y a partir de esta idea tratan de hacer un presupuesto. Entonces las áreas técnicas arman presupuestos impagables. Nuestro concepto es el backcasting: qué pasa si una entidad que tiene una tecnología vieja en tres meses tiene que ofrecer un producto digital. Nuestro producto es un conversor entre estandáres nuevos y antiguos”, explica Picallo.
Desde Flexibility aconsejan a las empresas que “salgan a la cancha”, que prueben con lo que creen que es una idea novedosa y traten de verificar si eso realmente es un producto exitoso dentro de lo que puede ser la demanda del mercado, y que no movilicen a toda la entidad para cambiar toda la tecnología, sino que traten de cambiar lo mínimo indispensable para probar el producto rápido y verificar si realmente tiene demanda.
Muchas empresas, ya sean fintech, bancos o retailers, en algún momento quieren ingresar en el mundo de la “banca”, y cuando inician el proceso se crea en las compañías una tensión interna entre las áreas de negocios que quieren un producto mobile y el área técnica que tiene tecnologías viejas sin plataforma, y no cuenta con la gente ni desarrolladores en los nuevos esquemas que se requieren para productos fintech, entonces lo que las empresas encuentran es un hueco para poder ingresar.
“Nosotros estamos duplicando la facturación año a año, lo que confirma esa búsqueda de las empresas. Entendemos las necesidades del banco y no nos ponemos a nosotros mismos como el objetivo del negocio sino que tratamos de ayudar a construir lo que las empresas quieren. Mientras que nosotros adaptemos y miremos ese rumbo quiere decir que estamos teniendo éxito”, afirma.
Un mercado en plena expansión
En 2016, según Labcast, se invirtieron en toda Latinoamérica 500 millones de dólares en startups de tecnología. En 2017 el fenómeno llegó a 1,1 mil millones de dólares y en lo que va del año 2018 se llevan invertidos 2,2 mil millones, y probablemente el año termine en 2,4 mil millones. Y la proyección para el 2019 es que sea de 5 mil millones. Es un momento de crecimiento exponencial en Latinoamérica, pero muy lejos de Estados Unidos donde en 2018 se invirtieron más de 100 mil millones de dólares.
El panorama en la Argentina
Para Ariel Arrieta, de Nxtp Labs, la industria fintech puede crecer más cuando se mete en áreas que no están tan reguladas o en las que puede haber una apertura y un balance en cuanto a poder eliminar algunas restricciones que tengan que ver con facilitar el desarrollo de la innovación, y cree que aún habrá mucha más innovación.
“Los grandes grupos, bancos o empresas ya se dieron cuenta de que la innovación no va a salir desde adentro de las compañías, sino que la tienen que buscar afuera, y que la tasa de fracasos de esos proyectos es muy alta. Pero saben que es un modelo que funciona, porque cuando encuentran una forma correcta de poder desarrollar la compañía, eso empieza a escalar y se logran cosas que no se podrían haber generado internamente”, asegura Arrieta.
Para el director de Nxtp Labs las compañías no deben buscar el cambio internamente sino externamente y aprovechar los momentos para capturar esa oportunidad que están generando.
“Una startup no es más que un experimento de un modelo de negocios que puede funcionar y que puede escalar. En algún momento se transforma en una compañía y, cuando pasa eso y puede probar que hay un modelo de negocios que funciona, que hay un equipo que puede ejecutarlo y que puede crecer exponencialmente, ahí es el momento de pensar en cuál es la mejor manera de generar una adquisición o acuerdos que permitan capturar ese valor que ayudaste a crear”, afirma.
Arrieta aconseja concentrarse en equipos con una mentalidad distinta a la que tiene la compañía, para generar la disrupción que se busca para poder cambiar la cadena de valor y poder usar tecnología para reemplazarla y generar otro modelo de intermediación. Eso no se logra si todo el equipo piensa de la misma forma. “Hay que buscar un equipo que piense muy distinto y hacer muchas pruebas simultáneamente para ver cuáles de esos modelos de negocio son los que funcionan y los que generan”, explica.
El modo de empezar un negocio innovador cambió: ya no hace falta tener mucho dinero, tener su propio espacio o conocer a gente del sector, ahora incluso no es imprescindible tener un equipo. Basta con tener una buena idea, porque al final solo las buenas ideas permiten lograr que un negocio sea competitivo.
Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir una empresa para avanzar con una plataforma fintech:
- Que provea un excelente diseño de experiencia de usuario ajustado al target y a la imagen de la empresa.
- Domine el concepto de APIs (Application Programming Interface) de interconexión a bancos y bureaus de créditos, medios de pago y sistemas legacy o propios, etc.
- Colabore a la hora de definir las reglas de negocio de modo tal que estén enfocados en calificar al usuario, en bajar el riesgo y aumentar el margen
- Brinde la mayor confiabilidad y performance.
- Big Data e Inteligencia Artificial, autogenerada a partir de la operatoria diaria para generar aprendizaje del negocio y predictibilidad en el riesgo.
- Equipo de trabajo que tenga una mentalidad distinta a la que tiene la compañía para generar una disrupción.
- Arrancar con una política de innovación y no hacer pruebas en una o dos startups.