El Banco de China encabeza la tendencia a acumular más, en detrimento de bonos del Tesoro americano. La suba del metal expresa sobre todo fuertes movimientos geopolíticos
Luego de una jornada con nuevas alzas, el oro quedó cerca de batir sus máximos precios históricos. El precio de la onza cotizaba a 2.038 dólares, un 2,5 % por debajo de los máximos anteriores de 2.089,20 dólares alcanzados en agosto de 2020.
Los inversores han estado acumulando oro, en previsión de un giro de la Fed a medida que la economía estadounidense se desacelera. Pero, además, también los bancos centrales están acumulando oro, diversificando sus tenencias en un contexto de caída de los precios de los bonos norteamericanos.
El Banco de China, por ejemplo, incrementó sus tenencias en 24,9 toneladas en febrero, reduciendo al mismo tiempo sus tenencias de títulos norteamericanos.
Por otra parte, el primer ministro de Malasia afirmó que “no hay razones para seguir dependiendo del dólar”.
Los especialistas hablan, además, de un realineamiento de los países árabes con China, alejándose de los Estados Unidos, lo que debilita a la moneda estadounidense. Arabia Saudita, por ejemplo, se muestra más cercano que nunca al régimen chino.
Un dólar más débil y una caída en el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años también son señales de una relajación esperada en la política monetaria que está ayudando a impulsar los precios.
El metal también acumulaba subas el año pasado, al servir como refugio ante la guerra desatada entre Rusia y Ucrania. Luego de un pico a mediados de año, en el que llegó a rozar los 2.000 dólares, aflojó su cotización pero ahora volvió a ganar impulso.