En comparación interanual, bajó 3,8%. Promedia una caída de 2,3% anual en los 8 meses que corren del año.
El INDEC informó que durante agosto la actividad económica tuvo una variación interanual negativa (-3,8% a/a), diferenciándose de lo observado en el mes de julio (0,5% a/a) y el resto de los meses que componen el segundo trimestre, donde se habia observado cierta estabilidad traccionada por el sector agropecuario.
Medido sin estacionalidad, el indicador mostró una caída del 1% respecto a julio del 2019, informó consultora ACM sobre la base de datos del Indec.
Con este dato la economía retrocede a los niveles de diciembre último y opera 7% por debajo del techo anterior (noviembre 2017), agregó la consultora LCG.
“Con el brote cambiario de esta última semana previa a las elecciones generales, difícilmente puedan moderarse los ánimos y revertir la tendencia a la baja que viene registrando la economía. No esperamos que la actividad encuentre un piso en lo que queda del año, por lo que esperamos que la recesión se mantenga durante el cuarto trimestre también”, explicó LCG.
ACM detalló:
– En agosto, sólo 5 de los 15 sectores que componen el EMAE exhibieron crecimiento, lo cual implica un retroceso con respecto a lo observado durante los meses anteriores donde algunos sectores por fuera del agro comenzaban a mostrar un leve crecimiento. Por otro lado, se vio una fuerte desaceleración del agro lo cual exacerbó aún más la caída (del 20,1% a/a en julio al 6,5% a/a en agosto). Por otro lado, se aceleró el crecimiento del rubro Explotación de Minas y Canteras (3,8%), mientras que Enseñanza (0,6%) y Servicios Sociales y de Salud (0,2%) acompañaron levemente. Finalmente, Administración pública y defensa y Servicios sociales y de salud mostró también un exiguo crecimiento del 0,4%.
– Por otro lado, nuevamente mostró un desempeño negativo muy pronunciado el rubro Intermediación financiera (-16,4%), demostrando que la caída de los préstamos se profundizó durante el mes de agosto producto de la caída de los depósitos en pesos ante la dolarización de carteras y la fuerte suba de la tasa de interés la cual cerró el mes en 83%. Dichas razones provocaron que se vean fuertemente reducidos los fondos prestables, a la vez que la escasa liquidez de los bancos sea canalizada hacia las Leliq. A esto se le sumaría la cancelación anticipada de préstamos en dólares por parte de los bancos ante la necesidad de hacerse de dólares para afrontar la corrida bancaria.
-Por su parte, el rubro Electricidad, gas y agua también mostro una variación negativa no despreciable (-3%) en un contexto en el cual el congelamiento de tarifas y del combustible frenaron cualquier tipo de proyecto de inversión. Por otro lado, la fuerte devaluación con su correlato en la caída de la demanda de pesos y la aceleración inflacionaria como consecuencia, profundizaron la caída de los ingresos reales lo cual se tradujo en las grandes caídas de rubros con fuerte peso en el producto tales como: Industria manufacturera (-6,6%) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-8,8%).
-Finalmente, otro rubro con preponderancia en el producto es Construcción, el cual también presentó una variación negativa del 4,6%. En este sentido, la aceleración en la caída de estos 3 sectores explica en gran parte el desempeño del índice. Estos datos, demuestran la fragilidad macroeconómica del plan actual y descartan cualquier posibilidad de recuperación en el corto plazo. Por otro lado, las medidas paliativas no lograron contrarrestar el alicaído nivel de consumo, el cual cabe esperar que se mantengan en dichos niveles. Mientras que, las altas tasas de interés provocarían una continuidad en las caídas de los rubros de Intermediación Financiera y otros sectores como la Industria Manufacturera, los cuales necesitan de financiación para llevar adelante nuevos programas de inversión, más aún luego de la reperfilación de letras del tesoro (recordar que muchas empresas destinan parte de su capital a dichas letras).
– La actividad está lejos de haber alcanzado su piso, lo cual se confirma por la caída de la actividad en términos generalizados durante el mes de agosto. Por decimoquinto mes consecutivo hubo más sectores con variación negativa que positiva, lo que indica una merma generalizada de la actividad. Teniendo en cuenta los malos datos adelantados respecto del consumo y la caída del nivel de importaciones, cabe preguntarse qué sectores podrían traccionar en los próximos meses el nivel de actividad, siendo que el crecimiento del sector agropecuario se estaría desacelerando.
– Un dato para destacar de esta publicación es que se revisaron algunos datos de meses anteriores, esto vuelve a poner de manifiesto la muy alta volatilidad de estos estimadores y, por ende, estos datos deben ser tomados con cautela.
– Si bien el sector agropecuario contribuirá con el crecimiento del PBI, las altas tasas de interés domésticas (superiores al 30% en términos reales), la falta de liquidez, la desaparición del crédito evidenciada en la caída del 16,4% en la Intermediación Financiera, la caída de salario real, la escasa obra pública y la fuerte devaluación son motivos que llevarán a la actividad a desenvolverse con escaso dinamismo. A esto se le agrega el componente político ya que, dado el resultado de las PASO, quedaron prácticamente sepultadas las chances de reelección de Macri, lo cual genera un clima de incertidumbre acerca de un futuro gobierno de Fernández, que a su vez produce un freno en la toma de decisiones.