El Banco Central subió 200 puntos básicos la tasa de interés de referencia. Si bien el objetivo es buscar rendimientos reales positivos, entre enero y febrero la inflación no lo permitirá.
La inflación del primer trimestre operará en torno de 4%, aunqu podría acelerarse en marzo con el aumento de las tarifas de electricidad y gas, por lo que las tasas de interés se mantendrán en rendimientos reales negativos, consignó hoy un informe privado.
“En enero y febrero seguirán incidiendo aumentos estacionales en bienes y servicios junto con las subas autorizadas en el programa de “Precios Cuidados” y el incremento acordado del 9% en las prepagas, por lo que estimamos una inflación en torno al 3,8%/4% mensual para el primer bimestre del año”, indicó un reporte de Delphos Investment a sus clientes.
La consultora especialidada en finanzas agregó que en marzo y abril probablemente incidan incrementos de tarifas de gas y electricidad, aumentos en educación privada y otros rubros estacionalmente altos.
“Un interrogante importante es como se implementará el “descongelamiento” del precio de la nafta, que acumula casi 8 meses sin ajuste desde mayo de 2021, con precios internacionales por encima de los USD80 dólares el barril”, advirtió.
Delphos recordó que 2021 terminó con 50,9% interanual de inflación, un nivel que considera el piso de la dinámica de precios y que resultará difícil de quebrar de modo sostenido dado el componente inercial de la inflación, el atraso tarifario y la indexación de beneficios jubilatorios y sociales.
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Megaemisión del Banco Central
En el aspecto monetario, Delphos indicó que el año pasado la emisión monetaria para asistir al Tesoro alcanzó el 4,4% del PBI, que se suma al 3% del PBI de déficit cuasifiscal y a la emisión del 0,2% del PBI por el resultado de las compras de divisas con el sector privado y público.
“En total la emisión alcanzó el 7,6% del PBI, lo cual generará presiones inflacionarias y cambiarias a corto y mediano plazo”, calculó.
Delphos indicó que en este contexto, el rol del Banco Central vuelve estar en el centro de la escena y recordó que en diciembre aplicó una suba de 200 puntos básicos a la tasa de política monetaria y aceleró la depreciación del tipo de cambio oficial al 2% mensual, duplicando el ritmo anterior.
“Aunque son movimientos en la dirección correcta, no tuvieron la magnitud necesaria para acercarse a los objetivos de moderar la apreciación del tipo de cambio oficial ni proveer tasas de interés reales a los depósitos”, amplió.
El informe descontó que este ritmo de depreciación del tipo de cambio se ajustará “sin prisa pero sin pausa” a lo largo del verano hacia niveles del 3% mensual.
“Esto nos alejaría la posibilidad de una excesiva apreciación del tipo de cambio oficial, que requeriría un mayor control de importaciones para no deteriorar el saldo comercial. En este contexto la única herramienta antiinflacionaria serían los precios regulados (incluyendo las naftas)”.
Delphos consideró que en 2022 la inflación probablemente se acelerará en el primer semestre y terminaría el año en torno al 55%, siempre y cuando el sector externo no sufra shocks de gran envergadura.
“No parece haber espacio para profundizar el uso del tipo de cambio y las tarifas como “anclas” inflacionarias, que deberán moverse en un esquema coordinado para cumplir con las metas fiscales que el gobierno finalmente acuerde con el FMI”, finalizó.