El primer mes del año comenzó con un fuerte impulso de creación de nuevos puestos liderados por los sectores de ocio y hospedaje (+128.000) impulsado especialmente por gastronomía, servicios profesionales y empresariales (+82.000), y salud (+58.000).
Estados Unidos incorporó en enero 517.000 puestos de trabajo, mientras que la tasa de desempleo bajó una décima a 3,4%, el mínimo en 53 años, pese a la moderación de su actividad económica y estimaciones que apuntaban a una desaceleración en el mercado laboral,
Según datos publicados hoy por la Oficina de Estadísticas (BLS) del Departamento de Trabajo en Washington, la cifra de 517.000 supera la de 260.000 de diciembre, y está por encima de todas las previsiones de Wall Street que apuntaban, por el contrario, a una desaceleración a 188.000 puestos y una suba del desempleo a 3,6%, según la agencia Bloomberg.
El dato sorprendió ya que se da, además, en un contexto de desaceleración económica en Estados Unidos y con la Reserva Federal (FED) elevando sus tasas de interés en ocho oportunidades desde marzo último, algo que en los hechos suele traducirse en una suba del desempleo, consignó la agencia de noticias Telam.
Asimismo, en enero las empresas habían anunciado sus mayores recortes de personal desde 2020, según un reporte de la consultora privada Challenger, Gray & Christmas, Inc, que compiló 102.943 despidos focalizados, sobre todo, en el sector tecnológico que representó 41% del total.
Pese a todo esto, de acuerdo con el Departamento de Trabajo, el primer mes del año comenzó con un fuerte impulso de creación de nuevos puestos liderados por los sectores de ocio y hospedaje (+128.000) impulsado especialmente por gastronomía, servicios profesionales y empresariales (+82.000), y salud (+58.000).
También subió el empleo estatal (+74.000) aunque, en este caso, los datos reflejan el retorno de trabajadores universitarios tras una huelga.
También hubo incorporaciones en el comercio minorista (+30.000), transporte y depósitos (+23.000) y construcción (+22.000)
Respecto del desempleo, el mismo cayó una décima a 3,4%, un nivel que no se veía desde mayo de 1969.
Por su parte, la tasa de participación laboral y el porcentaje de población empleada no registraron grandes modificaciones y continúan manteniéndose por debajo de sus niveles pre-pandemia.
El mercado reaccionó negativamente al anuncio, con Wall Street registrando pérdidas en sus indicadores esta mañana de hasta 1%.
Esto se debe a que, tras el anuncio de este miércoles de una nueva suba en las tasas por parte de la FED, los inversores apostaban a que el banco central detendría las revisiones al alza en los próximos meses, algo que dependerá, en parte, de la trayectoria del mercado laboral, además de la evolución de la inflación.
La entidad monetaria considera que un mercado laboral sólido y con bajo desempleo podría recalentar la inflación al trasladarse vía salarios con el riesgo de generar una espiral inflacionaria.
El presidente de la FED, Jerome Powell, destacó el miércoles que la economía estadounidense, tras alcanzar en junio pasado un índice de precios récord en 40 años, había entrado en una etapa de “desinflación” pero que, antes de detener el aumento de tasas, la FED necesitaba asegurarse de que continúe esta trayectoria.
“Restaurar la estabilidad de precios posiblemente implique mantener una postura restrictiva por un tiempo”, dijo Powell quién descartó recortes en las tasas para lo que quede del año.
Por lo pronto, si bien el número de cantidad de puestos creados y la tasa de desempleo no serán bien recibidos por Powell y la FED, el reporte también muestra un dato positivo para sus planes: el salario horario creció 0,3% mensual en enero, en lugar del 0,4% de diciembre.
En la comparación anual los salarios crecieron 4,4%, por debajo de la inflación.
“El reporte tan fuerte de hoy hace dudar seriamente de que la economía caiga en recesión y de que la FED finalice su ajuste monetario esta primavera (boreal), señaló en una nota, Sal Guatieri, economista de BMO Capital Markets.
Por su parte, la economista Anna Wong minimizó los datos afirmando que los buenos números responden a cuestiones “estacionales” y que la FED “probablemente no le pondrá mucho énfasis a este reporte a la hora de encarar su política”.