La situación se volvió mucho más compleja que en la previa a las PASO. La brecha superó el 100%, hay menos reservas, caída de depósitos en dólares y se profundizó el atraso cambiario.
Con el “blue” rozando los $ 207, su máximo histórico en términos nominales, el mercado cambiario llega a las elecciones con máxima tensión. Se registraron, además, fuertes intervenciones del Banco Central para controlar las cotizaciones, pero lo consiguió a medias. Ahora los inversores están atentos a la dirección que adoptará la política cambiaria a partir del lunes, con el objetivo de estabilizar el tipo de cambio y evitar que siga subiendo la brecha.
Un artículo del IERAL, de la Fundación Mediterránea, remarcó que “no ha sido común en la Argentina la existencia de brechas cambiarias por encima del 100 % que hayan perdurado por demasiado tiempo”. En ese sentido, agrega que “en la década del 80 hubo dos momentos en los que la brecha cambiaria superó el 100 %, en la Guerra de Malvinas y durante la hiperinflación, pero se trató de fenómenos fugaces”. Hay que remontarse a la década del 70 para encontrar brechas cambiarias superiores al 100%, que a su vez perduraron a lo largo de varios años, con el pico de 370 %, durante el “Rodrigazo”, de acuerdo a los datos de la consultora FMyA.
Por su parte, la consultora Equilibra aportó algunos datos relevantes para entender cómo sigue la situación cambiaria hasta fin de año. Estos son algunos de los principales puntos:
. El ingreso de agro-divisas en el último bimestre del año se ubicará un 20% por encima al de un año atrás (US$ 700 millones adicionales), pero unos US$ 720 millones por debajo del muy buen registro del bimestre septiembre-octubre.
. El escenario base contempla una pérdida de reservas netas de US$ 1.200 millones en lo que resta del año, con menor intervención oficial en el mercado de bonos con respecto a la de los últimos dos meses (por estacionalidad de la demanda de pesos de diciembre), y contabilizando los desembolsos remanentes de préstamos de multilaterales.
. Al comparar el contexto actual con el del verano de 2014, hay 5 diferencias relevantes: menor atraso cambiario, menos reservas netas, restricciones cambiarias más estrictas, tasas reales menos negativas y un stock de pasivos remunerados del BCRA más elevado en términos de PBI.
. El stock de reservas netas para sostener el ritmo de crawling peg actual es muy limitado (US$ 4.650 millones, con intervención mensual total -mercado oficial y financiero- por US$ 430 millones en el promedio del año). El gobierno tendrá que salir lo antes posible del actual esquema de retraso cambiario, y cabría esperar un aumento marginal de tasas para acompañar el proceso.