Fue una jornada complicada para los activos argentinos, con caídas de hasta 7% de las acciones que cotizan en Wall Street. Los dólares financieros casi no se movieron, por lo que seguramente hubo intervención del BCRA
El tipo de cambio pegó hoy un nuevo salto, en medio de una jornada de mayor nerviosismo en los mercados globales. El dólar blue subió 2% para finalizar a $ 1.250. A mediados de diciembre había tocado un piso de $ 1050. Desde entonces ya trepó prácticamente un 20%.
En cambio, los dólares financieros operaron con pocos cambios y no llegaron a superar los $ 1200. En este caso, podría estar jugando el poder de fuego por parte del Central para salir a intervenir, evitando que los tipos de cambio se aceleren.
El contado con liquidación terminó la jornada financiera a $ 1.194, mientras que el MEP finalizó casi en los mismos valores del viernes, cerrando a 1.163. La brecha que separa a este último con el dólar blue o libre es de 7,4%.
Esta diferencia de cotizaciones sugiere que el BCRA posiblemente haya salido a vender dólares para evitar que los tipos de cambio se alejen demasiado al respecto al oficial.
Más allá de haber sido una jornada negativa en los mercados, que pudo haber afectado el precio de la divisa, también habrá que seguir de cerca la evolución de los agregados monetarios.
Luego de las fiestas y las primeras semanas de enero empieza a retraerse la demanda de pesos. Por eso, es posible que Tesoro tenga que salir a quitar dinero del mercado, vía Lefi, para evitar que se acelere la evolución del dólar.
La buena noticia fue que el BCRA logro seguir comprando, hoy fueron U$S 174 millones. Esto le permite recuperar gradualmente los U$S 2.000 millones que cayeron las reservas la semana pasada por el pago de capital e intereses de los bonos dolarizados.
Además de la suba del dólar, los demás activos financieros locales sintieron el impacto de una jornada de mayor nerviosismo. El riesgo país pasó de 580 a 594 puntos básicos, mientras que las acciones argentinas que cotizan en Wall Street vía ADR también sufrieron pérdidas del orden del 7%, incluyendo a los papeles bancarios y Edenor, entre los más afectados.