El contexto de la pandemia de Covid-19 impulsó la adopción de herramientas financieras digitales.
Empresas de servicios financieros digitales (fintech) aseguran que la adopción de tecnología para manejo de dinero en el marco de la pandemia, sumada a la información que provee la “Big Data” y a las experiencias de préstamos de bajos montos para usuarios primerizos, están impulsando el surgimiento del crédito digital en América latina.
En ese sentido, países como la Argentina, Colombia y México, en los que más del 80% de las transacciones se concretan en efectivo y una proporción similar de su población no accede a productos financieros elaborados, las aplicaciones digitales son vehículos que personas históricamente relegadas están usando para acceder a estos servicios.
“La democratización de los servicios financieros es un gran reto en Latinoamérica. En México estamos viendo que los protagonistas de este cambio son las fintech que, en una población con 40% de bancarización, están logrando que los instrumentos financieros se extiendan a través de los smartphone o el acceso a Internet, al que tienen acceso 8 de cada 10 adultos”, explicó Ignacio Capelo Ruiz, director de Digital Business del Banco Sabadell en México, reportó la agencia de noticias Telam.
El contexto de la pandemia de Covid-19, sostuvo, “impulsó la adopción de herramientas financieras digitales”.
“Los clientes buscan conveniencia y tener un crédito digital de forma sencilla, pero a los productos se les debe sumar educación financiera, para guiar a las personas en sus primeros créditos y obligaciones”, expresó Capelo Ruiz, durante un webinar sobre crédito digital en Latinoamérica organizado por la Cámara Argentina de Fintech.
Pilar Correa, directora de producto de la firma colombiana Nequi, coincidió a su vez en que la emergencia sanitaria “hizo que la gente sienta más seguridad de interactuar en entornos digitales y eso afectó positivamente a los servicios financieros”.
“Vemos que el sector crece y que hay buenas expectativas y soluciones para los usuarios, que tienen opciones para escoger”, aseguró.
Pese a que el 80% de los adultos tiene una cuenta bancaria en Colombia, dijo Correa, sólo entre el 13 y el 15% de gente toma créditos, aunque “los nuevos competidores y bancos digitales empiezan a dar un entorno mucho más dinámico”.
“Las plataformas están atendiendo a clientes sin historia crediticia pero que, con montos y plazos pequeños, podemos empezar a probarlos a ver su comportamiento como pagadores”, agregó.
La falta de historial crediticio de los nuevos clientes es uno de los mayores desafíos a la hora de otorgar un crédito, algo que la tecnología y el uso de la información recolectada por el Big Data están buscando solucionar.
“En los créditos en cuotas y sin garantías es donde la inteligencia artificial puede hacer la diferencia, ya que el 95% de nuestros clientes no tienen récord bancario y los bancos tienen mucho temor a otorgarles un préstamo”, apuntó Sebastián Robles, CEO de Kredito, empresa chilena enfocada a financiar capital de trabajo de PyMEs.
Para llenar ese espacio y saber si es posible prestar ese dinero, explicó Robles, apelan a “la integración con cualquier fuente de datos y de información del usuario que esté de acuerdo con compartirnos”, lo cual “es casi más valioso que la que pudieran otorgarnos los registros bancarios”.
Ezequiel Weisstaub, CEO de la empresa argentina Credicuotas, aseguró por su parte que “la inestabilidad económica, la limitada accesibilidad y la falta de modelos de análisis crediticio estructurados hacen que el crédito sea un bien escaso en la región. Sin embargo, una persona sin récord crediticio no tiene por qué ser mal pagador”.
“En la Argentina, la mitad de los clientes de Proveedores No Financieros de Crédito tienen experiencia en créditos bancarios y vemos ahí un potencial para poder seguir escalando el crédito en la región”, dijo Weisstaub.
Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), hay unas 50 fintechs de crédito activas en el país que, a octubre del año pasado, habían otorgado créditos por $ 8.519 millones con una Tasa Nominal Anual (TNA) promedio superior a 100%.