Planificar el presupuesto familiar o una inversión parece un ejercicio básico, pero no lo es en América latina. Una cumbre analizó la problemática global en Buenos Aires.
La torre corporativa de BBVA en Buenos Aires fue escenario de la segunda edición del BBVA EduFin Summit, en un encuentro que convocó a 200 investigadores y expertos en educación financiera para debatir y analizar los desafíos sobre esta materia en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de Naciones Unidas.
El director global de Negocio Responsable de BBVA, Antoni Ballabriga, se encargó de resaltar el rol clave que juega la educación financiera en la vida de las personas, sobre todo con la disponibilidad de recursos que ofrece el mundo actual.
“Vivimos en la era de las oportunidades. La tecnología empodera a las personas y democratiza el progreso y el bienestar. Está en nuestras manos aprovecharlo”, destacó. Y dijo: “Para BBVA es fundamental formar parte del grupo de 28 bancos que estamos trabajando junto a la ONU. En París, anunciaremos nuevos principios que van a comprometer a la banca mundial a la lucha contra el cambio climático”.
Por su parte, el presidente del Patronato de la Fundación Microfinanzas BBVA, Claudio González-Vega, se refirió a los desafíos que enfrenta la Fundación para estimular la formación y educación financiera entre dos millones de emprendedores en vulnerabilidad a los que apoya en América Latina con el objetivo de alentar su desarrollo. Precisó en este sentido que “el 43% de los clientes de crédito no supera la educación primaria. Solo durante 2017 hemos contribuido a formar a más de 420.000 personas”.
Hilde Elisabeth Johansen, asesora de Finance Norway, expuso un ejemplo opuesto a la realidad de precariedad de América latina. Relató que en Noruega “el 90% de la población usa canales digitales, pero entre el 25 y el 30 por ciento no sabe lo que es la inflación”.
Ana Leoni, superintendente de Educación en ANBIMA (Asociación Brasileña de Entidades Financieras y Mercado de Capitales), destacó que “Brasil fue el primer país en América en tener una estrategia nacional en educación financiera”, aunque admitió que todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos planteados.
La discusión sobre el aporte de la educación financiera para facilitar la igualdad de género no podía estar ausente en las jornadas. La economista Beatriz Nofal, miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Institucionales (CARI), dijo que éste es “un factor clave para lograr el empoderamiento económico de la mujer, la eliminación de la pobreza, el crecimiento inclusivo y el desarrollo”.
En este contexto, Ghetna Gala Singa, fundadora del Banco Rural de la India, relató la historia de cómo un grupo de mujeres analfabetas logró crear un banco para financiar micro emprendimientos personales en ese país.
Este punto también fue abordado en la jornada por expertos que relataron experiencias en América Central en las cuales el empoderamiento económico de la mujer generaba riesgo de violencia familiar. Y eso obligó a diseñar estrategias específicas para sostener los proyectos.
En el cierre de la primera jornada, el director general de servicios financieros de la Comisión Europea, Olivier Guersent, explicó a través de un video la importancia del sector financiero a la hora de alcanzar los ODS destacando siempre el estrecho vínculo entre la educación financiera y las finanzas sostenibles. Dijo que esto “es resultado de la combinación de educación e información de alta calidad, que permite a los consumidores e inversores tomar las decisiones correctas para alcanzar un desarrollo sostenible”.
Longevidad y salud financiera
Bajo los preceptos de educación financiera, en la segunda parte de las exposiciones los expertos se concentraron en desarrollar el concepto de “salud financiera”, que se relaciona con la capacidad de resiliencia de las personas frente a cualquier contingencia que afecte o les haga perder su principal fuente de ingreso. Sus capacidades de respuesta serán indicador del grado de salud financiera con que cuentan.
En la base de la discusión sobre salud financiera se asienta una cuestión básica de la sociedad: cómo garantizar el bienestar de una población que a medida que pasa el tiempo extiende cada vez más su expectativa de vida, con un sistema previsional que no está preparado para adaptarse con rapidez a las nuevas condiciones.
Esto se relaciona también estrechamente con la capacidad de pensar planes de ahorro para complementar ingresos personales cuando se llegue a la edad del retiro de la actividad laboral plena.
A estos aspectos se refirió en la segunda jornada del Summit José Antonio Herce, director asociado de Analistas Financieros Internacionales (AFI). “La barrera de los 65 años es tiránica: hace 130 años, cuando la expectativa de vida de la mayoría de las personas era de 40 años, ya regía esa edad como referencia para el retiro. Ahora, las nuevas expectativas de vida caen en edades no laborales, es decir posteriores a los 65 años. La longevidad es una señal del futuro que no sabemos interpretar”, destacó.
“Una vida más larga requiere una mayor y mejor planificación financiera para que nuestro bienestar no se resienta. Pero estamos muy por detrás de lo que requiere el actual estado de la longevidad”, añadió
Herce consideró que “es inaceptable seguir jubilándose a los 65 años a medida que la expectativa de vida aumenta. Hay que ir ajustando la edad pari passu con la expectativa de vida”.
Otro aspecto del abordaje de la salud financiera tiene que ver con la necesidad de desarrollar un marco teórico adecuado para poder establecer parámetros que permitan estudiarla y segmentarla. Sobre este punto expuso Noelia Cámara, economista senior de la Unidad de Inclusión Financiera de BBVA Research, quien dijo que “la salud financiera es un concepto relativamente nuevo, necesita desarrollar un marco teórico adecuado”.
También destacó la relevancia del sistema financiero formal para ayudar al a resolución de la vulnerabilidad. “Si para buscar ayuda financiera no tenés disponible el acceso al sistema formal, seguirás siendo vulnerable. El sistema bancario te da más capacidad de resiliencia, porque te ofrece herramientas de control de gastos, opciones de ahorro, seguros, créditos y otros productos”.
La experta de BBVA destacó que “en América Latina el mejor ratio de salud financiera lo tiene Chile, seguido de Bolivia. Están por encima del ratio promedio de 4 puntos. Colombia es el peor con 3,4 puntos. Como referencia, España y Estados Unidos tienen ratios similares de 6,7 puntos”.
A su turno, Begoña Codes, directora de Salud Financiera del Departamento de Soluciones de Cliente de BBVA dijo que “en BBVA hemos puesto el objetivo de la salud financiera en el centro de nuestra relación con el cliente. Y por eso ayudamos a tomar las mejores decisiones financieras: ahorrar, estar asesorado, valorar adecuadamente las opciones, pensar en el futuro y prestar atención al presente. La idea es hacer consciente al cliente sobre la importancia de sus decisiones en su salud financiera”.
Precisó que, por ejemplo, el asesoramiento personalizado de BBVA “le permite al cliente organizar su presupuesto, optimizar sus gastos y manejar opciones de ahorro e inversión que mejoren su salud financiera”. Y relató casos concretos de trabajo personalizado por parte de ejecutivos del banco para asesorar a clientes a organizar mejor su estructura de gastos e ingresos para conseguir un mayor grado de salud financiera.
En el cierre de los paneles del BBVA EduFin Summit 2018 tuvieron ocasión de exponer cinco investigadores que por sus experiencias en materia de salud financiera fueron ganadores del ‘Expresiones de interés’ del Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA. Procedentes de Estados Unidos, Colombia y México, explicaron los avances en sus investigaciones en un formato “pechakucha”, basado en la proyección y explicación de 20 ‘slides’ en 20 segundos para cada uno.
El discurso de clausura estuvo a cargo de José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo responsable de economía, regulación y relaciones institucionales de BBVA. Destacó que el Grupo BBVA trabaja en educación financiera con una inversión de 86 millones de dólares, para formar a 11 millones de personas y 171.000 pequeñas y medianas empresas los países donde la entidad tiene presencia.
González-Páramo sostuvo además que la educación financiera contribuye a conseguir los objetivos planteados por los ODS en aspectos como poner fin a la pobreza en el mundo, aumentar la salud y el bienestar, promover la educación de calidad, la igualdad de género y fomentar la innovación y el desarrollo de infraestructuras.
Los cinco preceptos
- El futuro es incierto
Nadie sabe lo que va a ocurrir mañana. Por lo tanto, ninguna persona está exenta de hacer algo que supone un esfuerzo aunque luego se agradezca: ahorrar. Más de uno pondrá los ojos en blanco al oír la palabra “presupuesto”, pero es uno de los primeros pasos para llevar a cabo un ahorro efectivo. Además es una gran herramienta para mantener la salud financiera ya que muestra indicadores importantes como qué nivel de ingresos se tiene y si es suficiente para cubrir los gastos, las deudas que haya que saldar o si hay suficiente para pagar las facturas, entre otros. - Hay que aprender a invertir
Para cuidar la salud financiera hay que mantenerse bien informado y asesorado. Si se está pensando en invertir, conviene buscar consejo profesional de un experto y hacerle todas las preguntas que sean necesarias para resolver las dudas. Sin embargo, eso no significa que la responsabilidad final sea del asesor: cada uno debe hacerse cargo de su dinero. Por eso, jamás se debe firmar algo que no se entienda, hay que mantenerse informado de cómo va la inversión y mantener el contacto con el intermediario para estar al día. Vale la pena el esfuerzo ya que una buena inversión siempre mejora los resultados financieros de una persona. Por muy prometedora que sea la inversión, lo más conveniente es destinar a ella el excedente entre los ingresos y los gastos comunes. Cuesta desoír los cantos de sirena y los “aprovecha esta oportunidad”, pero lo más recomendable es ser paciente, eliminar las deudas y sanear la situación financiera que se tenga, antes de meterse en decisiones de inversión. - Decidir con la cabeza fría
Richard H. Thaler, el último Premio Nobel de Economía, experto en economía conductual, sostiene que los agentes económicos son irracionales a la hora de tomar sus decisiones en finanzas y explora las consecuencias del comportamiento de las personas que afectan a sus vidas y al mercado. Por eso, propone que se diseñen políticas que ayuden en la toma de decisiones a las personas y que sirvan como una guía para alcanzar la vida que desean. Mientras tanto, lo más conveniente es mantener la cabeza fría, tomarse un tiempo para tomar cada decisión financiera, analizar los pros y contras y asesorarse antes de dar un paso que afecte a la economía personal. - ¿Y cuándo llegue el retiro?
El ahorro para la jubilación es otro de los temas espinosos que afectan a la salud financiera de las personas. De nada sirve mirar hacia otro lado, pensando que todavía queda lejos o que hay cosas más importantes en las que gastar el dinero en el presente. La realidad apunta a que cada vez es más necesario establecer un plan económico de cara al retiro y complementar la pensión pública con un sistema privado de ahorro. Reservar dinero para la jubilación puede no resultar ‘sexy’, sobre todo cuando se es joven, pero contar con fondos suficientes para cubrir la jubilación es fundamental para tener una buena salud financiera en el futuro. Por ese motivo, conviene empezar cuanto antes. - Para toda la vida
Sería ideal que, con unas cuantas lecturas o algún curso acelerado de cómo mejorar la salud financiera, todo el mundo tuviera ya el nivel deseado para manejar sus finanzas sin problemas. La cruda realidad es que es un aprendizaje que no acaba nunca, por lo que siempre es bueno leer sobre temas económicos, contactar con la entidad bancaria propia o con expertos financieros que puedan servir de guía para tomar determinadas decisiones y mantenerse informado sobre cuestiones como, por ejemplo, jubilación o inversión. Una pista para conseguirlo: en el Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVAse encuentra toda la información relevante sobre salud y educación financiera en el mundo para estar siempre al día.
Educación y desarrollo, en clave financiera
El Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA, plataforma creada para favorecer el intercambio de conocimiento en el ámbito de la educación y la inclusión financiera e impulsor del Edufin Summit 2018, ha destacado los seis Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de Naciones Unidas en los que la educación financiera tiene más que aportar:
-El desafío de acabar con la pobreza (ODS 1) y cómo abordarlo mediante la inclusión financiera.
-Garantizar la salud y el bienestar universal (ODS 3) haciendo hincapié en la salud financiera y las oportunidades que brinda la longevidad.
-El reto de conseguir una educación de calidad (ODS 4), también en educación financiera, analizando su impacto en los más jóvenes, dándoles voz y escuchando sus testimonios.
-Los avances hacia la igualdad de género (ODS 5) en el acceso, conocimiento y uso de los servicios financieros.
-La innovación e infraestructura (ODS 9), el impacto de la transformación digital en la educación financiera y la seguridad del consumidor.
-La lucha contra el cambio climático (ODS 13) a través de la inversión socialmente responsable.