Las entidades pronostican una mayor apuesta a estos activos por parte de los inversores.
Un informe conjunto de Goldman Sachs y Bank of America espera una mayor apuesta por los activos de renta variable en los países en desarrollo, luego de una década de bajo rendimiento en los mismos.
Las entidades pronostican una mayor apuesta a estos activos por parte de los inversores, a medida que se desarrollen la campañas de vacunación en estos países y aprovechando la baja valuación de los mismos, según la agencia Bloomberg.
Esto, de acuerdo con el informe, ocurrirá luego de una década donde los activos de las naciones emergentes se ubicaron en su punto más bajo en 20 años si se los compara con los papeles pertenecientes a las desarrolladas: el MSCI emerging markets (índice con acciones de empresas pertenecientes a países catalogados como “emergentes” por la calificadora MSCI) se incrementó sólo un 8% durante la década posterior a la crisis financiera de 2009, reportó Telam.
A ese respecto, mientras las plazas bursátiles de Brasil, Rusia y China subieron un 70,3%, 35,4% y 54,6% respectivamente; el avance del S&P 500 estadounidense ha sido superior al 255%
Entre los motivos aducidos, se apuntan la ralentización del crecimiento de China durante la década de 2010 (pasando de 10% a 6% al final de la misma) y la baja en el precio de las commodities.
Luego de los mínimos en las bolsas registrados en marzo de 2020 al comienzo de la pandemia; nuevamente los mercados emergentes se ubicaron detrás del repunte: mientras que el índice de MSCI para países desarrollados ganó 16% desde principios de 2021, el homólogo de mercados emergentes cayó más del 4%.
Sin embargo, a medida que gane fuerza la recuperación económica mundial y los precios de los commodities mantengan tendencia alcista, se espera que la situación se revierta y hay signos que ya lo indican: los flujos de capital hacia activos de Europa del Este, Medio Oriente y África se aceleraron desde marzo y se ubican al mayor nivel desde 2014.
Bank of America espera que “esta tendencia continúe”, apoyándose en “indicadores macroeconómicos favorables” y “las valoraciones de la renta variable”.
Hasta ahora el sector energético (especialmente el de Rusia) fue el más beneficiado, aunque hay margen para el crecimiento en otros sectores de valor, incluyendo el financiero y el de materiales.
Otra área favorecida, según Franklin Templeton Investments, es la tecnológica, beneficiando mercados como el de Corea del Sur y Taiwán.
Las entidades proyectan que Sudáfrica, Rusia y Brasil serán los países que más se beneficien de la nueva situación.
Por otro lado, la consultora financiera Lazard considera que si bien el crecimiento del PBI en los países emergentes no se situó en los mismos niveles que los desarrollados durante lo que va del 2021, esto podría comenzar a cambiar pronto, incluso en el cuarto trimestre, a medida que el crecimiento en la actividad comience a ralentizarse en las economías avanzadas y los precios de las commodities aumenten.
“Considerando la posición de que muchas empresas de los países emergentes poseen en la cadena global de suministros, un crecimiento en el gasto de capital alrededor del mundo es una muy buena señal para los activos de los mercados emergentes”, indican desde Lazard, y destacan las perspectivas para las acciones “más sensibles al crecimiento económico, que se benefician de los precios de las commodities y que producen bienes, más que servicios”.
Otro factor a tener en cuenta son las políticas de la Reserva Federal norteamericana (FED), pues la gran inyección de liquidez de la entidad durante la última década favoreció a las acciones estadounidenses, y dicho flujo no arribó en gran cantidad a los emergentes.
Se espera que esto cambie si la FED reduce dicha política expansiva, a medida de que finalice sus programas de estimulo establecidos por la crisis de la Covid-19.